Toda agresión de un hombre contra una mujer es violencia de género

El Tribunal Supremo fijó ayer en una sentencia que todos los casos en los que una mujer sea agredida físicamente por su pareja o expareja será violencia de género. La sentencia es fruto de un caso en el que ambos miembros de la pareja, hombre y mujer, se agredieron mutuamente. En el fallo, el Alto Tribunal determinó también que los actos de violencia que ejerce el hombre sobre la mujer en una relación afectiva de pareja constituyen “actos de poder y superioridad con independencia de cuál sea la motivación o la intencionalidad” y constituyen un delito de violencia de género. De esta manera, el Supremo adoptó un acuerdo de pleno fijando doctrina y unificando criterios sobre la ley de violencia de género.

En el caso que juzgaba el tribunal, la pareja se enfrascó en una discusión y ambos agredieron físicamente a su contrario. Probada la agresión, “el hecho es constitutivo de violencia de género y, si hay agresión mutua, como en este caso, ambos deben ser condenados, por violencia de género el hombre y familiar, la mujer”, sentenciaron los magistrados. Al hombre se le ha impuesto la pena de 6 meses de prisión con orden de alejamiento y sus accesorias y a la mujer a una de 3 meses con iguales accesorias y alejamiento. La sentencia incluyó el voto particular de 4 de los 14 magistrados. Estos rechazaron la condena por violencia de género al hombre, pues consideran que ambos debieron ser condenados como autores de un delito de lesiones, y ante la poca gravedad, serles aplicada la pena inferior en grado.

Detenido por pegar a su pareja y dejarla encerrada en un armario La Policía Nacional de Murcia detuvo el lunes a un hombre de 29 años y nacionalidad marroquí acusado de agredir a su pareja y dejarla encerrada en un armario de la cocina para que los agentes no la encontraran. El hijo de la pareja de 6 años confirmó la agresión. Al llegar al piso, los agentes encontraron al hombre agitado. Este confirmó que discutieron, pero negó la presencia de la mujer y no dejó entrar a los agentes, quienes le esposaron. Al entrar, los policías vieron al menor y a otra persona, a quien la pareja alquilaba una habitación. El pequeño explicó que su padre pegó a su madre, esta se desmayó y el agresor le tiró agua para despertarla. Cuando encontraron a la mujer, esta presentaba múltiples erosiones, contusiones y enrojecimientos muy recientes, afirmando que se los había hecho ella misma. Gracias al testimonio del hijo y de los vecinos, el agresor fue detenido.