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PANORAMA

Batlle dice que dejó la jefatura de los Mossos porque no estaba “cómodo” con el referendo

Sostiene que “estaba convencido de que el cuerpo cumpliría la legalidad vigente” || Lloveras desvincula a la AMI de la organización del 1-O y Elena insiste en la vía de la votación acordada con el Estado

Albert Batlle.

Albert Batlle.SEGRE

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La segunda sesión de la semana del juicio a la cúpula independentista en el Tribunal Supremo por los presuntos delitos que se les atribuyen en relación con el 1-O arrancó con la comparecencia en calidad de testigo de Albert Batlle, ex director general de los Mossos d’Esquadra, que, durante su declaración, reconoció que abandonó el cargo porque “no me sentía cómodo con la celebración del 1-O”. En este sentido, explicó que en la carta de renuncia que hizo llegar al entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, en prisión provisional desde el 2 de noviembre de 2017, subrayó “el convencimiento de que los Mossos cumplirían con la legalidad vigente”. Asimismo, desvinculó su dimisión de la renuncia del antecesor de Forn en la cartera de Interior, Jordi Jané, que testificó el martes. En este sentido, el ahora candidato del PSC para el ayuntamiento de Barcelona, puntualizó que su salida estuvo radicada en motivos “políticos, personales y familiares”. Por otra parte, Neus Lloveras, expresidenta de la Associació de Municipis per la Independència, aseguró que la entidad que lideraba no tuvo “nada que ver” ni con la convocatoria ni con la organización del referéndum. En relación con el apoyo manifestado el 6 de septiembre de 2017 por casi 700 ayuntamientos al 1-O, indicó que se trató de una “manifestación sin efectos jurídicos convocada por el Govern”. Igualmente, dijo que fue el Executiu el que mandó cartas a los consistorios preguntando si cederían locales para votar. Entretanto, el excoordinador del Pacte Nacional pel Referèndum Joan Ignasi Elena sostuvo que “todos compartíamos el deseo de celebrar un referéndum acordado” y aseguró que la entidad que encabezaba nunca recibió dinero ni ayudas públicas. Ante el Supremo también testificó Rafael Ramírez, exjefe de zona de Unipost de parte del Eixample barcelonés, que señaló que “suponía” que la empresa enviaría el material del 1-O. A este respecto, hizo hincapié en la delicada situación de Unipost. “Si hubiera tenido que enviar veneno lo hubiera cogido”, zanjó. Mientras, Albert Donaire, dirigente de Mossos per la República, dijo que durante el 1-O actuó “respetando la Constitución” y negó que se acordara el papel de los Mossos en el referéndum con la ANC. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, reprendió a Donaire, que trató de contestar cuestiones en catalán, por mostrarse reacio a responder a una pregunta de la acusación popular.

Reiteran que los Jordis abogaron por desconvocar la protesta del 20-S Anna Teixidó, jefa de protocolo de la conselleria de Economía durante el mandato de Oriol Junqueras, insistió ayer en que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el entonces líder de la ANC, Jordi Sànchez, se mostraron a favor de desconvocar la concentración ante la sede del departamento de Economía que se produjo el 20 de septiembre de 2017 en protesta por los registros ordenados por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona por la organización del 1-O. “Era tarde, había todavía un volumen muy importante de gente concentrada y se consideró que era hora de desconvocar”, explicó ante los magistrados. Por otro lado, Albert Solé, eurodiputado de ERC, manifestó que la mayoría de los concentrados el 20-S guardaban una “actitud tranquila”. Además, aseguró que el pasillo humano por el que hubiera podido salir la comitiva judicial del edificio de Economía tenía una anchura de cinco metros.

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