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ELECCIONES

Las urnas más inciertas

El PSOE parte como favorito en unos comicios en los que los bloques y los pactos postelectorales serán clave para gobernar || El ‘procés’ y la incógnita de Vox marcan las generales en España

Cabezas de lista de JxCat, ERC, PSC, ECP, Cs y PP.

Cabezas de lista de JxCat, ERC, PSC, ECP, Cs y PP.AMADO FORROLLA

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Terceras elecciones generales en España en poco más de tres años. La irrupción de Podemos y Cs tras los comicios del 20 de diciembre de 2015 cambió las reglas del juego. Las plácidas mayorías con las que PSOE y PP se habían alternado desde 1982 pasaron a la historia. No siempre habían sido absolutas, pero los acuerdos puntuales con los nacionalistas vascos y catalanes en los tiempos del peix al cove de la Convergència de Jordi Pujol eran suficientes para que el partido más votado se sentara en el banco azul del Congreso de los Diputados. El 20 de diciembre de 2015 la cámara baja se convirtió en un complejo rompecabezas que ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez fueron capaces de gestionar. El PP ganó las elecciones, pero con 123 diputados, muy lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta. Rajoy se sometió al pleno de investidura a propuesta de Felipe VI. Y no una, sino dos veces. Un mes después renunció a formar gobierno y fue el turno de Pedro Sánchez (90 diputados), que llegó a acuerdo con Ciudadanos (40 escaños). No tuvo suficientes votos y, por primera vez en la historia de la democracia española, tuvieron que repetirse las elecciones seis meses después.

El 26 de junio de 2016 volvió a ganar Rajoy. Incluso mejoró resultado, con 137 diputados. El PSOE perdió fuelle, pero resistió como segunda fuerza con 85 escaños. Esta vez, el popular logró formar Gobierno, pero de poco le sirvió. Dos años después, el 1 de junio de 2018, tras la sentencia de la Gürtel por corrupción del PP, Pedro Sánchez ganó una moción de censura para ser presidente del Gobierno. El socialista lo hizo holgadamente, con 180 votos del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, PdCaT, Compromís, EH-Bildu y Nueva Canarias. Pero la suya no sería una presidencia fácil, sino breve: solo ocho meses.

Solo Eritja y Moya repiten como cabezas de lista: JxCat, PP, PSC y Cs han renovado las listas

La CUP votó en contra de presentarse, pero Poble Lliure lo hará integrado en Front Republicà

La imposibilidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2019 le obligó a poner fin precipitadamente a una accidentada legislatura. Catalunya, como telón de fondo. La reiterada negativa del Estado a negociar un referéndum aparándose en que no lo contempla la Constitución, la larga prisión preventiva de los principales líderes del ‘procés’, juzgados estos días en el Supremo, y los reveses de las justicias de Bélgica, Alemania, el Reino Unido y Suiza, que se han negado a extraditar por rebelión o sedición a los políticos que se fueron al exilio, tensaron la relación entre Sánchez y sus socios de gobierno. En paralelo, Vox irrumpió en el parlamento andaluz y todas las encuestas apuntan a que también tendrá representación en el Congreso, lo que ha polarizado aún más los bloques de izquierda-derecha y constitucionalistas-soberanistas.

La situación política en Catalunya ha sido el leitmotiv de una campaña electoral atípica. Los soberanistas no acuden unidos a las urnas por la negativa de ERC. El expresidente Carles Puigdemont le ganó la partida al PdeCat desde Waterloo y la antigua Convergència queda diluida en Junts per Catalunya, con personas de la confianza de Puigdemont al frente y tres cabezas de lista encarcelados. La situación de preso preventivo de Jordi Sánchez ha convertido a la número 2, la exconsellera de Cultura Laura Borràs, en la cara visible de la lista. Esquerra también apuesta por un líder preso: Oriol Junqueras. Ha sido su número dos, Gabriel Rufián, el encargado de representarle. Els Comuns, que ganaron en 2016, se enfrentan a unas encuestas adversas con Jaume Asens al frente. Ciudadanos quiere revalidar los buenos resultados en el Parlament colocando a su líder en Catalunya, Inés Arrimadas, como número uno en el Congreso. Y el PP de Casado también ha apostado fuerte con Cayetana Álvarez de Toledo, que empezó la campaña presumiendo de no entender el catalán. No son las únicas listas que se presentan. La CUP acordó no concurrir a los comicios, pero uno de sus integrantes, Poble Lliure, lo hará junto a Pirates de Catalunya y Som Alternativa en la lista Front Republicà, con Albano Dante Fachin de número uno. Aspiran a ser la candidatura que dará la campanada, a tenor de cómo han llenado los mítines, Espai Orfeó incluido.

En clave leridana, todo está igual de abierto. El 21 de diciembre de 2015, por primera vez desde 1977, los cuatro diputados fueron de colores distintos: Toni Postius (DiL), Xavier Eritja (ERC), Jaume Moya (ECP) y Mònica Lafuente (PSC). Seis meses después, todo cambió menos que los cuatro diputados volvían a ser de distintos partidos. Esta vez, ERC adelantó a Postius y Lafuente perdió el escaño a favor de José Ignacio Llorens, que se convertía el diputado con más legislaturas a sus espaldas: nada menos que ocho. También quedó fuera el historiador Óscar Uceda, que lideraba la lista de Cs.

Solo repiten Eritja y Moya. Jordi Turull es el relevo de Postius en JxCat, aunque su condición de preso convierte a Concep Cañadell en la número uno de facto. Dante Pérez, exalcalde socialista de Gimenells, representa al PP, y la teniente de alcalde en la Paeria Montse Mínguez se enfrenta al reto de recuperar el escaño que perdió el PSC. Cs también ha renovado la lista y María Burrel sustituye a Uceda como número uno, mientras, Joel Jové, que fue diputado por la CUP en la Diputación, es el número uno de Front Republicà.

La última palabra la tendrán los 314.556 leridanos que hoy están llamados a las urnas. Las encuestas dan por hecho que ERC ganará, y que JxCat y el PSC obtendrán un escaño. Más disputado está el cuarto, al que aspiran En Comú Podem, el PP y ERC, que podría sacar dos. Un panorama muy abierto que vaticina la necesaria obligación de llegar a acuerdos postelectorales. Hay un bloque independentista y uno constitucionalista. Pero no son los únicos enfrentados. También un posible bloque de derechas al estilo de Andalucía y uno progresista que podría tener el apoyo soberanista. Oriol Junqueras ya dejó claro desde Soto del Real que “ni por acción ni por omisión” van a facilitar un gobierno del PP, dando a entender su posible apoyo a Sánchez pero “sin cheque en blanco”. Hoy será la hora de la verdad.

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