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ELECCIONES

La participación se dispara al votar tres de cada 4 electores

El candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, Pablo Casado, en el centro de la imagen.

El candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, Pablo Casado, en el centro de la imagen.JESÚS HELLÍN- EUROPA PRESS

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La elevada participación es una de las noticias que dejó ayer la jornada electoral porque acudieron a votar tres de cada cuatro electores, lo que significa el quinto mejor registro desde 1977. En concreto, al cierre de esta edición el dato oficial era de un 75,65% frente al 66,48% de los comicios de 2016. A la hora de explicar este incremento hay que tener en cuenta varios factores, como la polarización a lo largo de la campaña, con las llamadas al voto de los dos bloques y que han movilizado a muchas personas que en comicios anteriores optaron por quedarse en casa.

Pero el interés por las urnas ha sido especialmente destacado en el caso de Catalunya, con unas elecciones que han coincidido con la celebración del juicio contra los líderes independentistas en el Tribunal Supremo, con acusados que a la vez son candidatos que no han podido hacer campaña con normalidad al encontrarse encarcelados. En Catalunya se ha pasado de una participación del 66,48% en 2016 al 77,47% de ayer. Es decir, hablamos de un incremento de 10,99 puntos. En este capítulo destaca en especial las comarcas de Lleida, donde ayer se movilizaron el 75,74%, lo que se traduce en 17,34 puntos más que en los anteriores comicios.

Los analistas políticos siempre afirman que el incremento de la participación siempre juega en favor de la izquierda, porque el elector de derechas es más fiel a la cita con las urnas. Esta máxima ayer se volvió a cumplir si se tiene en cuenta que el bloque de izquierdas aventaja con autoridad al bloque de PP-Cs-Vox.

En cuanto a los votos nulos, en el conjunto del Estado se han incrementado ligeramente, al pasar del 0,93 al 1,05% de los votos. Por último, también crece el número de ciudadanos que quieren votar, pero al mismo tiempo dejan patente que no se reconocen en ninguna de las opciones políticas que se les ofrecen y acaban votando en blanco. Esta opción ha pasado del 0,74 al 0,77 por ciento. En Lleida, sin embargo, baja tanto el voto nulo, que apenas representa el 0,62%, como los blancos, con apenas un 0,66%.

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