ELECCIONES
Pedro Sánchez aspira a gobernar en solitario con apoyos variables y sin pactos estancos
Pese a la oferta de Podemos y las advertencias de ERC para retomar el diálogo con Catalunya
Pedro Sánchez en los exteriores de la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, el domingo.
Pedro Sánchez tiene claro cuál es su objetivo tras el resultado de las elecciones del domingo: gobernar en solitario y hacer uso de la llamada geometría variable, es decir, buscar los apoyos de unos o de otros en función de la materia en el Congreso sin encorsetarse a un pacto con ninguna formación política. Todo ello después el ofrecimiento explícito de Podemos y los llamamientos de Esquerra, consciente de su fuerza en el Congreso, de que el PSOE vuelva al diálogo por la resolución del conflicto en Catalunya. Con el resultado electoral, a los socialistas no les parece descabellado gobernar solos, si lo hicieron tras la moción de censura con 85 diputados, consideran que ahora debería ser más cómodo con 123.
Todo ello en un contexto en el que el bloque de derechas se queda lejos de la mayoría absoluta, con un PP que se ha hundido al pasar de 137 a 66 diputados, un Ciudadanos al alza (de 32 a 57) y la ultraderecha de Vox que irrumpe en el Congreso con 24 diputados.
De hecho solo habría dos sumas posibles para alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños. La primera sería una alianza PSOE-Ciudadanos, que llegarían a los 180. Pero los naranjas ya han dejado claro que no negociarán nada con los socialistas, ni investidura ni gobierno. La segunda la compondrían el grupo de Pedro Sánchez con los de Podemos (35), En comú Podem (7) y Esquerra que ve reforzada su presencia de 9 a 15 escaños. La suma sería la misma, 180 diputados, y a ella se podrían añadir otros partidos que apoyaron la moción de censura, desde JxCat, que se ha dejado un escaño en estas elecciones y se queda con siete, al PNV, cuyo grupo crece con un nuevo diputado hasta los seis.
De todas formas, una cosa parece clara, que ahora los partidos comenzarán a sondear posibilidades, hablar a ser posible sin cámaras ni taquígrafos, mientras se abre una nueva campaña electoral, en apenas unos días para otra cita con las urnas, la del 26 de mayo. Ese día se dilucida el poder local y territorial con las municipales y autonómicas en buena parte del territorio. Los movimientos finales no se conocerán hasta pasada esta contienda electoral.
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró que la patronal se encontraría “cómoda” con un Gobierno de centro-izquierda, en clara referencia a un posible pacto entre PSOE y Ciudadanos.
Una deuda pública todavía cercana al 100% del PIB, una tasa de paro que duplica la media europea y el progresivo envejecimiento de la población son los principales retos económicos a medio plazo que se va a encontrar el próximo Gobierno, que además llega en un momento de desaceleración del crecimiento.
