Irán reta a Washington y le advierte de que está listo para defenderse

La escalada de tensión entre los Estados Unidos e Irán vivió ayer un nuevo capítulo después de que el comandante de la división aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, Amir Ali Hayizadé, advirtiera a Washington que, en caso de ataque contra el régimen de los ayatolás, “les golpearemos la cabeza”. “Los estadounidenses son como un trozo de carne debajo de nuestros dientes y, si se mueven, les golpearemos en la cabeza”, manifestó como respuesta al despliegue militar ordenado por Donald Trump en el Golfo Pérsico. En este sentido, Hayizadé indicó que las tropas de Washington son “vulnerables” porque los misiles iraníes tienen la capacidad de recorrer 300 kilómetros y los más modernos, hasta 700 kilómetros. Sin embargo, Hayizadé subrayó que es poco probable que Teherán y Washington se enzarcen en un enfrentamiento armado a corto plazo.

Entretanto, el presidente de Irán, Hasán Rohani, hizo un llamamiento a la unidad para hacer frente a la presión “sin precedentes” inflingida por los Estados Unidos sobre el país centroasiático en forma de sanciones. “La presión ejercida por el enemigo es una guerra sin precedentes en la historia de nuestro país. Aún así no estoy desesperado ya que tengo grandes esperanzas en el futuro y creo que podemos superar estas condiciones siempre que estemos unidos”, explicó el líder iraní, a la vez que reconoció que la política de Trump ha lastrado la ya maltrecha economía persa. A este respecto, Rohaní comparó la actual coyuntura económica de Irán con la crisis sufrida durante el conflicto bélico con Irak en la década de 1980. “Hoy no podemos decir si nuestra situación es mejor o peor que en el periodo de guerra. Sin embargo, durante la guerra no tuvimos problemas con nuestros bancos, con la venta de petróleo o con las importaciones o exportacione, ya que solo sufrimos sanciones por la compra de armas”, señaló Rohaní.

El régimen de los ayatolás cree que Washington juega a una “guerra psicológica” para desgastar la economía

Ante este escenario, la presión económica y militar de Washington sobre Irán capitalizó el debate de una sesión del Parlamento persa celebrada ayer a puerta cerrada. En ella compareció para dar cuenta de la situación el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salamí. Según fuentes oficiales, este dirigente del régimen teocrático calificó de “guerra psicológica” la presión de Washington y, nuevamente, insistió en que los estadounidenses no barajan atacar el país.

Trump y Xi Jinping se reunirán para resolver la guerra comercial El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo, Xi Jinping, se reunirán a finales de junio en el marco de la cumbre del G20 en Japón para tratar de buscar una solución a la crisis comercial que enfrenta a ambos países y cuya intensidad ha ido in crescendo durante los últimos días. Así lo avanzó ayer el asesor económico de La Casa Blanca, Larry Kudlow, explicó que, durante las últimas dos semanas, Pekín había incumplido algunos de sus compromisos y que, ahora, la prioridad para Trump es asegurarse de que China decide rectificar su marcha atrás. Con todo, el propio Trump aseguró ayer que los chinos se han sentido “derrotados” tras el aumento de los aranceles del 10 por ciento al 25 por ciento a 200.000 millones de dólares, al cambio 177.846 millones de euros, en importaciones de productos del gigante asiático. Asimismo, aseguró que Pekín prefiere una victoria demócrata en las elecciones presidenciales de 2020 porque, al parecer de Trump, esto permitiría a Xi Jinping “estafar a los Estados Unidos 500.000 millones de dólares al año”. “El único problema es que saben que voy a ganar y el acuerdo será mucho más difícil de alcanzar si tiene que ser negociado en mi segundo mandato”, sostuvo el mandatario estadounidense.