Toni Roldán deja Cs y Javier Nart abandona la dirección por la política de pactos de Rivera

Las tensiones internas en Ciudadanos derivadas de los acuerdos suscritos con Vox para lograr algunas alcadías, como la de Palencia, unidas a las originadas por el veto de Albert Rivera a la investidura de Pedro Sánchez cristalizaron ayer en la salida de la dirección de la formación naranja de Toni Roldán y de Javier Nart, y la dimisión de Juan Vázquez.

El primero en abanadonar la cúpula de Cs fue Roldán, hasta ahora diputado en el Congreso por Barcelona y portavoz económico. “Me voy porque Ciudadanos ha cambiado y el giro estratégico tiene un coste demasiado alto para España”, explicó Roldán, que advirtió de que el nuevo rumbo de los de Rivera “desvirtúa” los valores fundacionales del partido naranja, “reformismo, regeneración y batalla contra el nacionalismo”. “¿Cómo superar la dinámica de confrontación entre rojos y azules si nos convertimos en azules?”, reflexionó el ya exdirigente de Cs, que deja la política. “No podremos construir un proyecto liberal para España” si no se planta cara a la ultraderecha, dijo, mientras que sostuvo que “los nuevos retos en libertades individuales no los lograremos de la mano de Vox”. La vacante de Roldán en el Congreso la ocupará Carina Mejías, exlíder de Cs en el ayuntamiento de Barcelona. Marcos de Quinto, por su parte, se sentará en la silla que el dimitido Roldán ha dejado en la Ejecutiva del partido. Horas después, el eurodiputado electo Javier Nart comunicó su decisión de dejar la dirección de Ciudadanos, después de que la cúpula de los naranjas ratificara el veto a la investidura de Pedro Sánchez. Nart, sin embargo, manifestó su intención de mantener su acta como parlamentario en Estrasburgo. Ya por la tarde, y tras participar, en la sesión constitutiva del Parlamento asturiano, el candidato naranja a la presidencia del Principado, Juan Vázquez, renunció a su acta de diputado. Vázquez, que se había presentado como independiente, subrayó que “yo estoy donde estaba, pero Cs se ha movido”.

Con todo, la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, afirmó que mantendrán su “firme” estrategia contra el “sanchismo” pese a las dimisiones.

madrid

El presidente del Gobierno central en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de los populares, Pablo Casado, mantuvieron ayer una reunión en La Moncloa. El encuentro, que fue auspiciado por el también secretario general del PSOE, sirvió para constatar la negativa del Partido Popular a facilitar la investidura de Sánchez. Según explicaron fuentes del PP, Casado, que acudió a la llamada por “lealtad institucional”, reiteró que sus 66 diputados ni se abstendrán ni votarán a favor de hacer presidente a Pedro Sánchez. En paralelo, Sánchez también invitó la semana pasada al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a una reunión “discreta” de cara a sondear los posibles apoyos para la investidura. Sin embargo, fuentes del partido naranja manifestaron que Rivera declinó verse con Sánchez porque ya ha quedado claro que el partido naranja no facilitará la investidura de los socialistas.

Con todo, y aprovechando la dimisión de varios dirigentes de Cs, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, instó a Rivera a “escuchar a su propio partido” y a abstenerse en la investidura. Igualmente, pidió al PP que deje de “jugar a ser antisistema” y que “asuma” el resultado de las elecciones del 28 de abril. Ábalos, que amagó con una posible repetición de los comicios generales, insistió en que Unidas Podemos continúa siendo el “socio programático prioritario” y dijo que es “ciencia ficción” que el PSOE tienda la mano a Cs si fracasan las negociaciones con el partido morado.

Mientras tanto, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, insistió ayer en conformar un Gobierno de coalición con el PSOE y apostó por la creación de una mesa para negociar “sin ruido”. En este sentido, calificó de “barbaridad” la posibilidad de que Unidas Podemos quede fuera del Ejecutivo de Sánchez. Por ello, instó a los socialistas a negociar con “serenidad” y a reproducir el modelo de Gobierno aplicado en València, Baleares o Canarias.