Open Arms halla un bote con más de cuarenta personas frente a Libia

El barco de rescate Open Arms halló ayer una lancha neumática con más de 40 personas que navegaban a la deriva frente a costa Libia, en aguas internacionales, según una portavoz de la organización. Añadió que en la precaria embarcación viajan cuatro bebés y tres mujeres embarazadas con alto nivel de deshidratación después de tres días de travesía. “Les hemos atendido y avisado a administraciones pertinentes para que se hicieran cargo. Ahora les escoltan hasta Lampedusa”, agregó, en alusión a esa isla italiana. En Lampedusa fue detenida el sábado Carola Rackete, la alemana capitana del barco de rescate Sea-Watch 3 que decidió entrar en puerto tras 48 horas varada con 40 inmigrantes a bordo por la negativa de las autoridades italianas a recibir los náufragos. Ayer se supo que en Alemania se han recaudado 582.000 en unas horas para sufragar los gastos legales de la activista. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, acusó a Rackete de comportarse como una delincuente antes de amenazar a otras ONG, entre ellas Open Arms, con aplicarles el mismo trato si decidían entrar en aguas italianas. El barco de la ONG Proactiva Open Arms decidió la semana pasada volver a efectuar rescates a personas en el Mediterráneo Central, a pesar de que solo cuenta con la autorización de proporcionar ayuda humanitaria. “No aguantamos más. Levamos anclas y nos vamos. Antes presos que cómplices” escribió su fundador, Óscar Camps, en una publicación de Twitter

La noticia del rescate de Open Arms se conoce escasas horas después de que las autoridades libias anunciaran la interceptación en las últimas 72 horas en aguas del Mediterráneo de tres botes con 391 inmigrantes. Según la Guardia Costera libia, los inmigrantes fueron transportados a la ciudad de Khoms, situada a un centenar de kilómetros al este de Trípoli, donde recibieron ayuda humanitaria inmediata antes de ser trasladados a centros de detención en esa localidad y Zintan.

En otro orden, el buque de rescate Aita Mari regresó ayer al astillero guipuzcoano de Kai Alde para denunciar el bloqueo del Gobierno de Pedro Sánchez a sus trabajos de rescate en el mar.