Un coche sembró el pánico a última hora de la noche del sábado en Girona al arrollar a nueve personas que se encontraban en una terraza de una churrería, entre ellos varios niños.
El conductor del vehículo perdió el control y arrolló a nueve personas que estaban sentadas en la terraza de un bar a la altura de la calle Riu Güell de Girona, en el cruce con Virgen del Remedio.
Los heridos son siete adultos, uno de ellos el conductor, y tres menores: trasladaron al hospital Josep Trueta a 8 de los heridos –cinco adultos y dos menores– y a 2 adultos al hospital Santa Caterina, en Salt.
El herido de mayor gravedad es una menor de 4 años con politraumatismos y traumatismo craneoencefálico, y fue su padre quien la llevó en coche al hospital.
Según las primeras investigaciones, el joven habría cometido la imprudencia después de que otro vehículo circulara cerca suyo a una cierta velocidad. Se da la circunstancia de que este otro vehículo era el de una madre que llevaba a su hija a Urgencias del hospital Trueta. Entonces, el infractor quiso adelantar a este otro vehículo como si se tratara de una carrera, momento en el que perdió el control del vehículo arrollando a las nueve personas de la terraza.
El conductor, de 18 años, dio negativo en el control de alcoholemia que le efectuaron los Mossos y la Policía Municipal después del siniestro. Tras pasar por el hospital para ser atendido de las heridas, el joven quedó en libertad, sin llegar a ser detenido.
Al principio se especuló con un posible atentado terrorista, lo que fue desmentido de manera inmediata los Mossos a través de un tuit en Twitter.
La alcaldesa, Marta Madrenas, puso el consistorio a disposición de los heridos y de sus familias “para todo lo que puedan necesitar en estos momentos”.
También constató que la Policía Local tiene abierta una investigación para aclarar las causas del accidente: “Esperamos tener los resultados a la mayor brevedad posible”.