Heridos en el 1-O se querellan por crímenes de lesa humanidad contra la excúpula policial

Nueve personas que resultaron heridas durante las cargas protagonizadas por la Policía Nacional y de la Guardia Civil contra los ciudadanos que acudieron a votar en el referéndum del 1-O anunciaron ayer la interposición de una querella por crímenes de lesa humanidad contra la entonces cúpula del ministerio del Interior y los que eran hace dos años máximos representantes del Gobierno central en Catalunya. El escrito, que está apoyado por la Associació d’Afectats per l’1-O, por Advocacia per la Democràcia de Lleida y por la Associació Atenes de Juristes pels Drets Civils, ha sido presentado ante la Audiencia Nacional, que es el tribunal competente para enjuiciar en España esta clase de delitos. Sin embargo, en vista de un posible archivo de la querella en Madrid, explicaron que la han remitido también al Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Según señalaron los querellantes, esta está dirigida contra el que fue coordinador del dispositivo policial del 1-O, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, contra el entonces secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto, y también contra los que eran los máximos responsables de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en Catalunya en aquellas fechas, Sebastián Trapote y Ángel Gozalo. Asimismo, la querella también señala al popular Enric Millo, exdelegado del Gobierno central en Catalunya, y a Inma Manso, exsubdelegada de La Moncloa en Lleida, entre otros. En la misma, los querellantes exigen la detención y puesta a disposición judicial de los señalados por crímenes de lesa humanidad. Además, piden que se les embarguen 87,1 millones de euros, que fue lo que costó destacar a miles de policías y guardias civiles en Catalunya, y una indemnización de 6 millones para las víctimas.

Inma Manso, que era la subdelegada del Gobierno central en Lleida el 1-O, es una de las señaladas

“Todo se produjo a la misma hora y de la misma forma, fue una orden superior que permitió a los policías actuar de manera sistemática contra la población que estaba votando”, denunció Lluís Mestres, uno de los abogados que firman la querella. Uno de los heridos que han impulsado esta iniciativa es Enric Sirvent, vecino de Lleida que sufrió un ataque al corazón tras ser agredido por un policía que trataba de impedir la votación en el Centre Cívic de La Mariola. “Aquel día volvía a nacer”, aseguró Sirvent, que dijo haber tenido “suerte” porque “había una enfermera que sacó un desfibrilador”. Denuncia que recibió una patada en los testículos, y que a consecuencia de ello sufrió una parada cardiorespiratoria.

Otra de las víctimas del 1-O que tomó la palabra ayer fue Virgína Martínez, que acudió a votar a la Escola Castell de Dosrius. Martínez, que está a la espera de la resolución de un juzgado de Manresa por los insultos y amenazas que recibió de la Guardia Civil, subrayó que “tenemos que atacar desde distintos frentes” contra la impunidad.