El soberanismo mantiene el pulso

Los independentistas volvieron a salir ayer a la calle por tercer día consecutivo para protestar contra las condenas impuestas por el Tribunal Supremo a los líderes del procés. La concentración más multitudinaria tuvo lugar en Barcelona, donde 22.000 personas, según la Guardia Urbana, asistieron a la convocatoria de los CDR en las inmediaciones de La Monumental. Después de una hora concentrados, lanzaron papel de váter al aire al grito de “independència”. Tras este gesto, parte de los manifestantes se desplazaron hacia la sede de la conselleria de Interior para exigir la dimisión del titular del departamento, Miquel Buch. Asimismo, denunciaron la pretensión de la Fiscalía de enviar a prisión a cuatro de las 31 personas detenidas durante los disturbios del martes por la noche. Entrada la noche, un juzgado de Barcelona acordó encarcelar a cuatro. La tensión fue en aumento y, tras varios avisos, mossos y policías cargaron contra los manifestantes en los aledaños de la Plaça Tetuan. El Passeig de Sant Joan y el final de la calle Diputació se convirtieron en un campo de batalla, con barricadas, contenedores y varios vehículos ardiendo durante horas. En previsión de estos disturbios, los Mossos, que aseguraron que su helicóptero fue atacado con cohetes, sacaron a la calle por primera vez un cañón de agua que adquirieron en 1994. En Girona se manifestaron 20.000 personas por las calles del centro de forma pacífica. Sin embargo, al término de la movilización, un grupo reducido protagonizó incidentes. Policías y mossos cargaron. También se produjeron encontronazos en Reus tras una concentración en la comisaría de la Policía Nacional. En Tarragona, mil personas se reunieron ante la subdelegación del Gobierno y hubo quema de contenedores y lanzamiento de objetos. Durante las cargas en este punto, un menor de 17 años fue atropellado por una furgoneta de los Mossos y quedó inconsciente tendido en el suelo. Fue evacuado a un hospital con diferentes contusiones. También se produjeron disturbios en Manresa.

A lo largo del día, mientras miles de personas participaban en las marchas de la libertad, estudiantes y CDR protagonizaron cortes en carreteras y trenes en toda Catalunya. Algunas de estas acciones, como la ocupación de la C-58 en Terrassa, acabaron con cargas.

Los disturbios se saldan con al menos 52 personas heridas Los disturbios que sucedieron a las multitudinarias manifestaciones pacíficas de ayer en las principales ciudades de Catalunya se saldaron con al menos 52 personas heridas, según informó ya de madrugada el Servei d’Emergències Mèdiques (SEM). La mayor parte de las atenciones se produjeron en Barcelona, con 32 personas heridas. Los servicios de emergencia también atendieron a manifestantes en Girona, Lleida, Tarragona y Manresa. Estos heridos se suman a los 125 que se produjeron durante las protestas del martes, según el último parte facilitado ayer por el SEM. De nuevo, Barcelona fue la ciudad en la que se registró un mayor número de heridos, un total de 74. Hubo atenciones en el resto de capitales y en Sabadell y Mollet.