Sánchez propone iniciar el diálogo el lunes, lo que enfada a JxCat

La propuesta del Gobierno de iniciar la mesa de diálogo con la Generalitat el lunes en La Moncloa no gustó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien reprochó a al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que no hubiera pactado previamente con él la fecha y la haya anunciado “unilateralmente”. Aún así desde el Govern se mostraron abiertos a que os equipos pacten mutuamente una fecha “siguiendo la agenda de ambos presidentes”. Torra y Sánchez, asegura el Govern, pactaron en su reunión del pasado día 6 en Barcelona que “dos equipos técnicos designados por ellos mismos acordarían la fecha de la mesa de negociación, el lugar de reunión y el orden del día”.

Esta propuesta estuvo ayer muy presente en el Congreso de los diputados y también en Tàrrega. Desde la cámara baja la portavoz de JxCat, Laura Borràs, lamentó que el Ejecutivo tratara de “imponer” a la Generalitat la fecha de la primera reunión de la mesa de diálogo entre ambos ejecutivos sin respetar las agendas ni las normas de cortesía. En esta misma línea se pronunció la consellera de Presidència, Meritxell Budó, que criticó ayer en Tàrrega que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, haya propuesto de “forma unilateral y sin consenso” constituir la mesa de diálogo. A pesar de eso, Budó afirmó que “por nosotros no será, ya que somos los del diálogo, siempre hemos reclamado esta negociación entre gobiernos y no nos levantaremos de la mesa”.

Más optimista se mostró el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que consideró una buena noticia que el diálogo se inicie cuanto antes, obviando las quejas evidenciadas por JxCat.

En las últimas semanas los dos socios de Govern han tenido discrepancias en torno a la exigencia de un mediador internacional en la mesa, una figura que JxCat exige para iniciar las negociaciones mientras que ERC defiende que eso no debe ser una condición sine qua non.

Quien también se pronunció sobre el encuentro entre Gobiernos fue la delegada del Gobierno en Catalunya, la leridana Teresa Cunillera, que defendió que todavía hay margen para que el encuentro se celebre en febrero y recordó que en el acuerdo alcanzado entre el PSC y ERC para la investidura no aparecía la figura del mediador.

Por su parte, los comuns exigieron a Torra que deje “de buscar excusas para posponer la reunión” y “se siente de una vez a negociar”.

Para la oposición, el encuentro supone “la foto de la rendición del Gobierno a un grupo de delincuentes” y una “muestra más de la sumisión de Sánchez ante los independentistas”.