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SUCESOS TRIBUNALES

Peral se desvincula del crimen: 'No sospeché hasta cuatro días después'

Dice que López entró en su casa con una pistola y un hacha, y que no lo denunció “por miedo” || Niega la existencia un triángulo amoroso en el caso de la Urbana

Imagen de Rosa Peral en su declaración a través de la señal institucional de la Audiencia de Barcelona.

Imagen de Rosa Peral en su declaración a través de la señal institucional de la Audiencia de Barcelona.ACN

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Rosa Peral, agente de la Guardia Urbana de Barcelona acusada de la muerte de su pareja y compañero en el cuerpo Pedro Rodríguez en 2017, se desvinculó ayer del crimen y afirmó que “no sospechó nada hasta cuatro días después” de los hechos. Durante su declaración ante la Audiencia de Barcelona, que la juzga por un presunto delito de asesinato, señaló al otro acusado, Albert López, también agente de la Guardia Urbana barcelonesa, de lo ocurrido. En este sentido, relató que, la noche del crimen, que se perpetró entre el 1 y el 2 de mayo de 2017, López saltó la valla de la casa en la que ella residía, en Vilanova i la Geltrú, armado con una pistola y un hacha. “Me quedé inmovilizada, tenía ansiedad y miedo”, manifestó. Después, según su versión, corrió al interior del inmueble, cogió a sus hijas y se las llevó a la habitación. “Oímos golpes”, afirmó, a la vez que añadió que, al rato, López le dijo que bajara de la planta de arriba y que le diera las llaves del coche de Rodríguez. Más tarde, el otro acusado, que tenía la cara manchada de sangre, le habría ordenado que limpiara la casa. “Le obedecí por miedo”, sostuvo. Con todo, Peral afirmó que pensaba que la víctima “se había marchado” y que tardó días en sospechar lo sucedido.

Asimismo, Peral manifestó que se marchó corriendo del pantano de Foix porque no sabía que López quería quemar el coche de Rodríguez ni se imaginaba que en su interior estaba el cadáver del que era su pareja. “Lo último que se me podía ocurrir es que Pedro estuviese allí dentro”, sentenció. También defendió que no sabía en aquel momento por qué el otro acusado le llevó a las inmediaciones de la casa de Rubén, su exmarido, junto con el móvil de Rodríguez, en una maniobra para distraer a los investigadores.

Con todo, Peral argumentó que tenía “miedo” de López y que decidió no denunciarle. Igualmente, negó mantener una relación amorosa con el otro acusado en paralelo a la que mantenía con Rodríguez. A este respecto, el fiscal insistió en que esta relación sí que existía, sacó a la palestra mensajes íntimos entre los acusados e insistió en que fue el móvil del crimen.

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