El control del virus entra en una nueva fase al reabrirse las fronteras

La reapertura de las fronteras de la UE a los residentes en 14 países extracomunitarios y también la de Portugal con España marcan una nueva etapa en el control de la pandemia que obliga a redoblar la vigilancia, sobre todo en los aeropuertos, donde comenzó ayer la toma de temperatura y los controles sanitarios a los pasajeros para hacer frente a los llamados casos importados.

Primero fue la apertura de las fronteras de los Estados del espacio Schengen, el pasado día 21, y ayer le llegó el turno, tras laboriosas negociaciones, a 14 países y China, si accede a la reciprocidad, situados más allá de los confines europeos. Esos casos determinan una parte de la estrategia futura, como ya se ha visto en otros países, y remiten a la perseverancia en la lucha contra el virus. La frontera con Portugal, que se mantenía excepcionalmente cerrada fue reabierta ayer en un acto con el rey Felipe VI y el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa.

Pese a todo, Italia anunció que permitirá la entrada de los residentes de los países de la lista de la UE por “necesidades laborales, razones de salud, estudios y urgencia absoluta”, pero que impondrá una cuarentena obligatoria.