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Jordi Sànchez afirma que JxCat “no quiere ser esclava del pasado”

El nuevo movimiento en el entorno de Puigdemont renunciará a los derechos electorales del PDeCAT || Descarta una coalición “porque comporta cuotas”

Manifestantes ayer en Barcelona en protesta por los mil días de prisión de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Manifestantes ayer en Barcelona en protesta por los mil días de prisión de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.ACN

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Jordi Sànchez, expresidente de la ANC y uno de los impulsores del nuevo movimiento que nacerá en el entorno de Carles Puigdemont, aseguró ayer que Junts per Catalunya renunciará a los derechos electorales del PDeCAT en las próximas elecciones. En una entrevista presencial en Catalunya Ràdio al cumplirse 1.000 días de su entrada en prisión y en virtud de un permiso, Sànchez dijo que la nueva formación “no quiere ser esclava del pasado”, aunque admitió que seguramente el partido incorporará militantes de la antigua Convergència. “Esta es la herencia que reivindicamos, pero no la de los cargos orgánicos del partido”, puntualizó. De todos modos, descartó una coalición electoral entre JxCat y el PDeCAT porque “comporta cuotas”. También señaló que en caso de que Puigdemont quiera ser el candidato, la decisión deberá ratificarse en un proceso de primarias.

Sobre la fecha de las futuras elecciones, Sànchez afirmó que habría que encontrar un día que en que se pudieran convocar “con la certeza de que se ha salido de la pandemia”.

Por su parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, reiteró su voluntad de establecer alianzas para alcanzar la independencia, pero no cambiando unas mayorías por otras sino ampliándolas, aunque advirtió: “De lo que estoy seguro es que esas mayorías no pasarán nunca, pero nunca, por el PSC”. En una entrevista en La Vanguardia, también dijo que los independentistas deben ser capaces de entenderse, incluido el expresidente Puigdemont, al que definió como aliado para un objetivo común.

Protestas por los 1.000 días de cárcel de los Jordis Unas 120 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron ayer frente a la sede de la delegación del Gobierno en Barcelona en una convocatoria de Òmnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para protestar por los 1.000 días que llevan encarcelados los dirigentes soberanistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Ambas entidades instaron a los concentrados a grabar mensajes de apoyo que después enviarán a los Jordis. “Ni la cárcel ni la violencia serán un límite para seguir luchando por los derechos y libertades de este país”, afirmó el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, que calificó de “inadmisible” la represión contra Sànchez y Cuixart. En la misma línea, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, dijo que los Jordis han sabido transformar el “dolor” que representa la prisión en “dignidad, lucha y fuerza”. Paluzie añadió que el encarcelamiento de los líderes civiles no ha conseguido ninguno de los dos objetivos que tenía, que “abandonaran sus ideales” y “descabezar los liderazgos” del independentismo. En cuanto a la actitud de la Fiscalía en el tercer grado de ambos líderes, Paluzie dijo que intentarán revocarlo y admitió que siempre se espera “lo peor” del Estado español.

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