El PNV y PSE apuestan por reeditar coalición en Euskadi mientras Feijóo refuerza su figura

El PNV y los socialistas dejaron claro ayer que tratarán de reeditar la coalición en el Gobierno Vasco, que esta vez contará con la mayoría absoluta que no tuvo en la legislatura pasada.

En las elecciones celebradas el domingo se impuso el PNV con 31 parlamentarios (3 más), que unidos a los 10 de los socialistas (1 más) suman 41, claramente por encima de los 38 en los que se sitúa la mayoría absoluta del Parlamento vasco.

Vascos y gallegos han reforzado a los líderes en el gobierno, pero también a las opciones soberanistas

Ambas formaciones políticas también gobiernan en coalición en los ayuntamientos y diputaciones forales y el PNV es socio “estable” del Gobierno español de Pedro Sánchez, y durante la campaña ya dijeron que la coalición había funcionado bien y que era su principal opción a la hora de pactar.

La presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, aseguró que la primera opción es repetir gobierno de coalición con el PSE-EE y se mostró convencida de que el candidato a la reelección como lehendakari, Iñigo Urkullu, “seguro que ya” ha comenzado a hablar con los socialistas vascos, aunque fuentes del PNV señalaron que no han contactado todavía con el PSE-EE.

El PNV, cuya ejecutiva analizó ayer los resultados electorales con Iñigo Urkullu, “no ha ocultado en campaña” que iba a tratar de revalidar su pacto “que ha funcionado tan bien en los últimos cuatro años, en una coalición que ha funcionado” en las instituciones donde ha gobernado, aseguró Atutxa, al tiempo que confió en que la ejecutiva de PSE-EE opte también por esa opción.

Por parte socialista, su secretario general en Gipuzkoa, Eneko Andueza, se mostró dispuesto a empezar a dialogar con el PNV, al que corresponde como ganador dar el “primer paso”, lo que analizó la ejecutiva del PSE-EE en una reunión vespertina en Bilbao.

Más clara fue la ejecutiva federal del PSOE, que valoró que se pueda reeditar el pacto con los nacionalistas vascos, que viene a “fortalecer” el Ejecutivo de coalición “que ya estaba gobernando”.

La voz discrepante, como muchas veces, fue la del diputado guipuzcoano Odón Elorza, que defendió replantearse los pactos de gobierno con el PNV y apostar por políticas de izquierda desde la oposición.

Mientras, el presidente de la Xunta gallega en funciones, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó la “enorme victoria democrática” que el domingo le permitió igualar la marca de cuatro mayorías absolutas consecutivas del fundador de Alianza Popular, Manuel Fraga, cuya famosa frase de “ni tutelas ni tutías” parafraseó para reivindicar el “voto libre” en Galicia, por la que trabajará, manifestó, “hasta el final de la legislatura”.

“Lo que pasó el domingo es que Galicia votó lo que le dio la gana. Los gallegos no queremos ni tutelas ni tutías. Queremos votar libremente cada cuatro años”, proclamó, ante la Junta Directiva del PPdeG, máximo órgano del partido entre congresos. Bajo el punto de vista de Núñez Feijóo, lo que ha respaldado la “mayor” victoria electoral del Partido Popular de Galicia desde que tomó las riendas del partido de manos de Manuel Fraga en el año 2006 ha sido que Galicia “confió en un equipo de gobierno con capacidad acreditada” que respondió durante la pandemia del coronavirus y que, previamente, durante la crisis económica, fue capaz de lograr que la economía “volviese a crecer”. La victoria de Feijóo ha llevado al ala más moderada del PP a ensalzar su figura, y más tras el fiasco de la operación de Pablo Casado en Euskadi. La coalición con Cs ha perdido 4 escaños.

La dirección de Podemos se repliega tras el nuevo batacazo Los dirigentes de Podemos guardaron silencio en las horas posteriores desde que se confirmara su debacle en las elecciones gallegas y vascas de este domingo, más allá de asumir, en palabras de su líder, el vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias, una “derrota sin paliativos”, y de emplazarse a realizar una “reflexión colectiva”, con “autocrítica”, pero sin concretar todavía en qué consistirá, ni las posibles causas del declive. Quienes sí aprovecharon para alzar la voz fueron antiguas figuras destacas de Podemos como Iñigo Errejón o los anticapitalistas, que abandonaron el partido en marzo.