Peligro de hambruna tras la enorme explosión en Beirut

Dos días después de la fuerte explosión que sacudió el puerto de Beirut, los equipos de rescate continuaban trabajando en la búsqueda de más de cien desaparecidos bajo los escombros. El suceso ha dejado, por ahora, 137 muertos y más de 5.000 heridos en la capital libanesa, así como pérdidas económicas por valor de hasta 5.000 millones de dólares, en un país sumido por la quiebra.

Asimismo, preocupa la situación de las más de 300.000 personas que se han quedado sin hogar tras la explosión, despojándolas de lo poco que tenían por lo que ONG como Acción Contra el Hambre alertan ya de posibles casos de hambruna.

La conmoción por la devastación pasó ayer a la ira, cuando surgieron informaciones de que los funcionarios en la capital habían ignorado las repetidas advertencias sobre el arsenal de productos químicos peligrosos relacionados con la deflagración.

El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió ayer ayuda logística, médica y de investigación a su llegada al Líbano. Después visitó junto a su homólogo libanés, Michel Aoun, el puerto de Beirut, donde el martes se produjo la explosión que ha sumido al Líbano en estado de emergencia.