ECONOMÍA CONSUMO
Nueva caída de precios por el efecto de la pandemia en hostelería y ocio
Lleida acumula cuatro meses con el IPC en negativo y baja hasta un -0,8% en doce meses || Mientras alimentación y artículos del hogar vuelven a repuntar en julio
Imagen del Eix Comercial de Lleida captada hace apenas unos días.
El abaratamiento de los servicios turísticos como consecuencia del impacto de la pandemia de coronavirus sobre el sector y la situación que atraviesa la hostelería en general siguen presionando a la baja el índice de precios de consumo (IPC), que en julio descendió un 0,6% interanual en el conjunto del Estado, tres décimas más que en junio. Los precios del turismo y la hostelería bajaron un 0,3% en julio con respecto al mismo mes de 2019 después de que los hoteles y hostales se abarataran un 18%, según los datos definitivos del IPC publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el caso de la demarcación de Lleida, el IPC cayó dos décimas en julio, situándose la variación interanual de los precios en el -0,8 por ciento. El descenso de este último mes comparado con el año pasado viene marcado por la evolución en el importe de los suministros (-6,2%) y los combustibles (-4,8%). También se registraron bajadas de precio en sectores como la comunicación (-1,1%) y el ocio y la cultura (-0,8%). Por otra parte, el Índice de Precios al Consumo registró importantes crecimientos en el caso de la alimentación (+ 2,8%), las bebidas alcohólicas y el tabaco (+ 1%) y los muebles y artículos para el hogar (+ 0,9%). Según el INE, Lleida acumula cuatro meses consecutivos en deflación.
El IPC de Catalunya se sitúa en el -0,8% en el último año, mientras en el Estado se cifra en un -0,6%
En el caso del conjunto de Catalunya, la inflación se situó en el -0,8% interanual en julio, mientras que en el caso del conjunto del Estado la reducción es ligeramente inferior, de un -0,6 por ciento.
Las familias optan por el ahorro, en su nivel más alto desde 2013Los hogares recibieron financiación bancaria neta positiva por segundo año consecutivo en niveles similares a los de 2018 (0,2% de su renta bruta) debido al aumento de los créditos destinados a consumo y otros fines, en paralelo a un aumento de la riqueza financiera bruta y de la tasa de ahorro, hasta su nivel más alto desde 2013, y un descenso de la ratio de deuda de dos puntos porcentuales, hasta el 57% del PIB. Así se desprende del artículo analítico Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y las empresas no financieras en 2019, publicado ayer por el Banco de España.
