Damià Calvet: «Junts no es la tercera marca de CDC ni la segunda del PDeCAT»

Forma parte del nuevo Junts per Catalunya. ¿Mantiene todavía la militancia en el PDeCAT?

Me di de baja del PDeCAT cuando el partido desatendió la propuesta de la comisión delegada, de Carles Puigdemont y de los presos (que instaba a la dirección a “transitar hacia Junts”). Al no aceptarla, me fui por coherencia y me uní a Junts. Antes de las elecciones, Puigdemont ya había tenido la idea de crear una opción política que recogiera la herencia del 1-O. Lo único que le quedaba a Junts era constituirse como partido político.

¿Lo hizo por lealtad personal o aprecia diferencias políticas sustanciales entre Junts y PDeCAT?

En primer lugar, el 1-O y el 27-O lo cambiaron todo. La aplicación del 155 fue la respuesta del Estado al referéndum con la intervención del autogobierno. Ante la represión, la cárcel y el exilio no podíamos responder con instrumentos convencionales, los partidos ya existentes. Queremos crear un centro político amplio, al servicio de las personas, familias y empresas, pero siempre recordando el 1-O y con una confrontación inteligente con el Estado. También existe un componente muy elevado de lealtad al Govern legítimo liderado por Puigdemont.

¿Qué entiende por “confrontación inteligente” con el Estado?

Es aprovechar todos los recursos para atender las inquietudes y necesidades de la gente, sin olvidar el 1-O y la represión. Hay que gobernar, reivindicar y dialogar. Estar dispuesto a sentarse en una mesa de diálogo que sea cierta y en la que se pueda hablar de autodeterminación. Es necesaria la amnistía a los presos, no cambiar el código penal ni indultos, que implican reconocer que has hecho algo mal.

¿Cuál es la situación de Junts en Lleida? Muchos se han adherido y muchos siguen en el PDeCAT.

Junts per Catalunya aún está en construcción, pero es fuerte en Lleida porque tiene un gran apoyo de la gente. Está en evolución constante y falta culminar el despliegue territorial y afrontar el nuevo ciclo electoral, aunque las próximas elecciones sean también consecuencia de la represión del Estado. Serán unos comicios nacionales, en los que pesará la voluntad de tener el mejor país posible, y para serlo deberá ser independiente.

¿Junts tiene ya un candidato para Lleida y cabezas visibles?

Tenemos referentes como Imma Gallardo, Mayte Rivero, Jordi Fàbrega, Violant Cervera, Maria Àngels Cabasés, Toni Postius y Josep Maria Forné. Son ejemplos de personas ligadas a la representación del territorio y todavía tenemos capacidad de crecer. Tendremos que explicar que somos útiles para el gobierno del día a día y también para buscar el mejor país posible.

¿Cabe aún la posibilidad de presentarse junto al PDeCAT?

Siempre hay conversaciones, pero no se plantean coaliciones preelectorales. Sí cabría la posibilidad de que haya militantes del PDeCAT en las listas a título personal. Nosotros no somos una evolución de CDC. No somos su tercera marca ni la segunda del PDeCAT. Tenemos personalidad propia y apoyos de personas que no proceden de la antigua Convergència.

¿Se postulará usted como presidenciable a la Generalitat?

Hay que decidir si se celebran elecciones primarias. Si las hay, tengo intención de postularme.

¿Les verán como una opción útil u otra escisión del espacio convergente y del independentismo?

En muchas ocasiones veo a personas que se manifiestan y que apoyan a los presos pedir unidad al independentismo. No lo hemos logrado, pero no por falta de ganas. La forma de actuar de Junts es buscar unidad. Sin embargo, también es una apuesta en sí misma, con Puigdemont, Torra, los presos y los exiliados como referentes. Que la gente escuche y elija.

Ha presentado en Lleida el libro de Josep Rull, a quien ha sucedido como conseller de Territorio.

Rull es mi mejor amigo e hizo lo que la gente le pidió que hiciera. Creo que su libro es una lectura obligada. Explica cómo se llegó al 1-O, el 155 y su entrada en prisión, es un retrato fidedigno y humano. Muestra cómo una voluntad pacífica tuvo una respuesta violenta del Estado.