Torra insiste en una “ruptura pacífica” y el Parlament no ve “legítima” la inhabilitación

Quim Torra se dirigió ayer al Parlament para insistir en la vía de la “ruptura pacífica” y la “desobediencia civil” para lograr la independencia de Catalunya. Esta intervención llegó dos días después de la sentencia que le apartó de la presidencia de la Generalitat y horas después de que un Consell Executiu oficializara su cese, “La ruptura pacífica y la desobediencia civil son la única vía para que Catalunya sea independiente”, manifestó, e instó a los diputados a elegir “entre monarquía española o república catalana”. Torra, que recibió el apoyo de los grupos independentistas, calificó al Estado español de “régimen autoritario” por haberlo inhabilitado por colocar una pancarta. “Es inédito e impensable que esto ocurra en cualquier otro lugar de Europa”, subrayó, y lamentó que millones de votos hayan sido “amordazados y declarados inútiles” por un “tribunal de parte que ha pisoteado la soberanía del pueblo de Catalunya”. “No podemos normalizar que los tres últimos presidentes hayan sido inhabilitados por hacer lo que dicen las urnas”, concluyó.

Tras su intervención, el vicepresident Pere Aragonès, que ha asumido parte de sus funciones, dejó claro desde la tribuna de oradores que “no hay president” en Catalunya. Por su parte, el portavoz de JxCat, Eduard Pujol, comparó a España con un escorpión, “que siempre acaba por picarte porque no puede evitarlo”. La republicana Anna Caula, a su vez, sostuvo que la inhabilitación de Torra es un “ataque” a las instituciones catalanas. Carles Riera, de la CUP, afirmó que las próximas elecciones serán un “plebiscito” entre “autonomismo y claudicaciones, o lucha, combate, soberanía y sin claudicaciones”. Por contra, el líder de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa, defendió que los presidentes en Catalunya “no duran ni dos años sin delinquir” y el PP puso en foco en adelantar al máximo los comicios. El PSC, como avanzó el martes, no participó en la sesión, y los comunes censuraron la “épica vacía” de los independentistas. Con todo, la mayoría de las formaciones soberanistas en la Cámara sirvió para que el Parlament aprobara una resolución en la que considera “ilegítima” la inhabilitación de Torra y reafirma su confianza en él.