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EEUU CRISIS POLÍTICA

Washington se blinda en previsión de una investidura conflictiva de Joe Biden

Miles de soldados de la Guardia Nacional patrullan ya por la ciudad para evitar incidentes || Los foros de la extrema derecha animan a concentrarse armados por todo el país como protesta

Miles de tropas de la Guardia Nacional de EEUU se han desplegado por toda la capital estadounidense.

Miles de tropas de la Guardia Nacional de EEUU se han desplegado por toda la capital estadounidense.EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS

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La investidura de Joe Biden este miércoles se va a convertir en una de las pruebas de fuego más decisivas para la democracia estadounidense, con la tensión en cotas máximas ante una ceremonia cerrada al público y abarrotada de militares en lugar de las multitudes festivas de otros tiempos.

La ceremonia en la escalinata oeste del Capitolio, escenario hace menos de dos semanas del mortal asalto de los seguidores de Donald Trump, concentrará en pocos metros al nuevo presidente, senadores, donantes, empresarios y otros miembros del selecto grupo de los mandos de la nación más poderosa del mundo.

La alerta roja cerrará el monumental National Mall, el Capitolio y algunos de los accesos a la ciudad

La inteligencia estadounidense no quiere repetir los errores del pasado 6 de enero, después de que la Fiscalía haya recopilado pruebas de que algunos de los participantes del asalto buscaban “capturar y asesinar”, al tiempo que se van conociendo detalles de como hasta propusieron ejecutar a un policía con su propia arma reglamentaria.

La alerta roja cerrará el monumental National Mall, el Capitolio y algunos de los accesos a la ciudad de Washington durante la investidura, con lo que esta ceremonia, que normalmente es un evento de masas y de carácter festivo (aunque hace cuatro años hubo disturbios durante la toma de posesión de Trump), se desarrollará en un ambiente enrarecido y militarizado.

Unos 25.000 soldados de la Guardia Nacional armados, más del doble de las tropas desplegadas en Afganistán, Irak y Siria, patrullan Washington ante la posibilidad real de nuevos altercados e intentos de sabotear la investidura de Biden.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, pidió a sus conciudadanos que se queden en sus casas este miércoles y las autoridades federales, responsables de la zona monumental entre el Capitolio y la Casa Blanca, a donde Biden debería de llegar a pie, advirtieron que cualquier intento de ingresar en zonas restringidas será respondido con la fuerza.

Sin embargo, los foros de extrema derecha de grupos como los Proud Boys o los Oath Keepers, arrinconados en las pocas redes sociales que les quedan, no han dudado en calentar el ambiente previo a la investidura. Varias convocatorias distribuidas en internet animan a sus simpatizantes a concentrarse armados no solo en Washington, sino también frente a los capitolios de todos los Estados del país, así y en otro tipo de sedes administrativas, lo que mantiene a las autoridades alarmadas.

Biden tomará además las riendas del país más golpeado por la pandemia del mundo en términos absolutos, que roza los 400.000 muertos por Covid-19, y donde millones de estadounidenses necesitan ayuda urgente para pagar sus facturas o mantener a flote sus negocios.

El presidente electo prepara un discurso de “unión y optimista” El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, intentará “pasar página a las divisiones” en el país durante su discurso de investidura el próximo miércoles, en el que transmitirá una visión “optimista” del futuro de una nación sumida en una crisis política y de salud pública. “Él cree que podemos unir a este país”, aseguró ayer la que será directora de comunicación de la Casa Blanca de Biden, Kate Bedingfield, en una entrevista con la cadena ABC News.

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