Más de 180 personas fueron detenidas el lunes durante la tercera noche de violentas protestas contra el toque de queda y otras restricciones impuestas en Países Bajos para detener el avance del virus. Los cientos de manifestantes que se concentraron en las principales ciudades del país volvieron un día más a saquear tiendas, quemar vehículos y lanzar adoquines y petardos a las fuerzas de seguridad, dejando a 10 agentes heridos en Rotterdam.