JxCat y la CUP se desmarcan de Junqueras y defienden no renunciar a ninguna vía pacífica

JxCat advirtió ayer a ERC que la carta del presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, cuestionando la vía unilateral puede poner en riesgo la estabilidad del Govern de la Generalitat, habida cuenta que en el acuerdo de coalición se mantienen abiertas todas las vías para lograr la independencia. Además, Jordi Sànchez, secretario general de la formación, acusó a Junqueras, con el que comparte centro penitenciario, de querer “tutelar” al president, Pere Aragonès, después de “semanas y semanas hablando de los riesgos de las tutelas sobre la presidencia de la Generalitat”.

También la CUP lamentó que ERC deje de lado la unilateralidad y advirtió que Moncloa nunca concederá a Catalunya un referéndum pactado. Mientras, desde las filas republicanas insistieron en que Junqueras solo “puso el acento” en el diálogo, sin renunciar a ninguna senda.

Moncloa, por su parte, aplaudió el giro de Junqueras y avanzó que la reunión entre Aragonès y Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo español, será antes de la concesión de los indultos..

Albert Batet, líder de JxCat en el Parlament, explicó que el pacto de coalición entre republicanos y juntistas deja abiertas todas las vías para conseguir la independencia. De esta forma, al aparcar Junqueras la unilateral, deslizó que se podría comprometer la estabilidad de la Generalitat.

Por su parte, Sànchez censuró el “giro de guion” de ERC y criticó a Junqueras por aspirar a “tutelar” al president Aragonès. “Hay que dejar claro que la decisión personal de Junqueras expresada en una carta no tiene la fuerza de modificar el acuerdo de legislatura entre ERC y JxCat”, sentenció.

Igualmente, Mireia Vehí, diputada de la CUP en el Congreso, calificó su partido de socio “fiable” pero advirtió que la vía del diálogo no tiene recorrido porque España nunca concederá a Catalunya un referéndum. En cambio, Marta Vilalta, portavoz de ERC, subrayó que no abandonan la vía unilateral, sino que ahora “ponen el acento” en el diálogo al entender que es la senda “más conveniente”.

Moncloa, por su parte, celebró el giro de ERC y avanzó que la cumbre de Sánchez y Aragonès será antes de los indultos.

"Cuixart y Sánchez son líderes sociales y las penas son desproporcionadas"

La sentencia del Tribunal Constitucional que confirma la condena al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y a Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, que se publicó íntegramente ayer, corrobora el fallo que se adelantó hace unos días y, como ocurrió en el resto de recursos ya resueltos de los líderes independentistas condenados por el 1-O, dos magistrados discreparon del resto, se opusieron a bendecir la resolución del Supremo y cargaron contra el alto tribunal.

Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer, jueces del ala progresista, denunciaron que el Supremo impuso penas “severas” a Cuixart y a Sànchez ante el ejercicio del derecho fundamental de reunión, provocando “un indeseado efecto de desánimo” a la hora de ejercerlo. Además, subrayan que los magistrados del Supremo podrían haber interpretado los hechos y la ley “de una forma más acorde con la del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. Por el contrario, el resto de sus colegas del Constitucional confirmaron los argumentos del Supremo y sostuvieron que las penas de cárcel que se les impusieron fueron las adecuadas.

Entretanto, Carles Mundó y Meritxell Borràs, consellers de la Generalitat cuando se proclamó la independencia el 27 de octubre de 2017, y Santi Vila, que dimitió unos días antes, cumplen hoy con la condena de 20 meses de inhabilitación que les impuso el Supremo por desobediencia en el marco del juicio por el 1-O.

Por otro lado, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, compareció ayer en el Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, citada en la causa que investiga a 29 excargos del Govern por los preparativos del 1-O, pero no declaró por su condición de aforada desde que tomó posición del cargo.