Lucha contra el caos del temporal

Los vecinos de las comarcas tarraconenses del Montsià y el Baix Ebre empezaron ayer a evaluar los graves daños materiales que provocaron el miércoles las lluvias torrenciales, que dejaron 250 litros de agua por metro cuadrado.

En las localidades de Alcanar, Sant Carles de la Ràpita y Ulldecona, las más afectadas, los vecinos, brigadas municipales y bomberos, ya con el cielo sereno, empezaron a retirar los escombros y el barro que se acumuló en las casas, locales comerciales y calles a causa del temporal y a cuantificar los destrozos. Unas 90 personas tuvieron que pasar la noche fuera de sus casas y hasta las siete de la mañana de ayer los servicios de emergencias recibieron un total de 746 llamadas relacionadas con las inclemencias meteorológicas.

La brutalidad del temporal pilló por sorpresa a los meteorólogos y a Protección Civil, que no tuvieron tiempo a lanzar una alerta ni de activar el Pla Inuncat a tiempo.

La falta de previsión fue criticada por la alcaldesa de Ulldecona, Núria Ventura, mientras que el edil de Alcanar, Joan Roig, achacó el suceso a una deficiente ordenación urbanística que viene de los planes urbanísticos antiguos. “Estamos situados en medio canales, cauces y barrancos, lo que se debe estudiar y valorar que no vuelva a pasar”.

Los ayuntamientos de las zonas afectadas también pidieron al Govern ayudas económicas directas a fondo perdido con unos criterios claros, para evitar que se produzcan situaciones como las del fuerte temporal que sufrieron en 2018, cuando no pudieron acceder a la mayor parte de las ayudas que concedió el Gobierno central..

El president, Pere Aragonès, que visitó la zona afectada, aseguró que pondrá en marcha una línea de ayudas lo antes posible y que el Govern valora declarar el área zona catastrófica, lo que supondría recursos adicionales. Por su parte, las carreteras principales que fueron cortadas volvieron a abrirse a la circulación, aunque algunas secundarias continuaban cerradas al paso.

Las tormentas caídas al paso de la depresión aislada en niveles altos (DANA) también golpeó la noche del miércoles y durante el día de ayer muchas zonas de España, anegando casas y calles.

En la Comunitat Valenciana, donde la lluvia llegó en plena “plantá” de las fallas destrozando algunas figuras, los bomberos tuvieron que llevar a cabo durante la noche numerosos rescates de vehículos atrapados en el agua y achiques. En la provincia aragonesa de Huesca, donde se llegaron a acumular 90 litros por metro cuadrado, los vecinos lucharon por contener el agua que se intentaba colar en las plantas bajas de sus viviendas y se produjeron algunos desprendimientos de tejados.En Castilla-La Mancha la Guardia Civil rescató a 37 personas.

Por otro lado, el temporal causó estragos también en el campo. En Tarragona, según Agroseguro, pueden haber sufrido daños campos de cítricos y olivares, algo que también sucede en Castelló y València. Por su parte, los arrozales y las salinas parecen haberse salvado. En Toledo y Extremadura, las fuertes lluvias destrozaron cientos de hectáreas de olivares y plantaciones.