PROTESTAS ANTIGUBERNAMENTALES
El presidente de Kazajistán ordena abrir fuego contra los manifestantes
Llama a “disparar a matar” sin previo aviso a los implicados en disturbios, a los que tilda de “terroristas” || La Comisión Europea urge el cese de la violencia
Las ciudades de Kazajistán registran disturbios desde el domingo ante el alza del gas licuado.
El presidente de Kazajistán, Kasim Jomart Tokayev, ordenó ayer “disparar a matar” sin previo aviso a los manifestantes implicados –a los que tildó de “bandidos y terroristas”– en los disturbios que azotan el país desde el domingo para protestar por el alza del precio del gas licuado y alzar la voz contra el régimen kazajo. “Aquellos que no se rindan serán destruidos”, declaró en un discurso a la nación, en el que además descartó abrirse a dialogar. “¡Qué estupidez! ¿Acaso es posible negociar con criminales y asesinos?” sentenció el mandatario.
En este sentido, hizo hincapié en que “la operación antiterrorista continúa en el país”, aunque aseveró que la situación en las principales ciudades se estabilizó el jueves. “La legalidad constitucional está siendo restaurada”, aseguró. No obstante, pese a que el Gobierno cortó Internet, medios kazajos denunciaron ayer que todavía se podían escuchar disparos y explosiones en las calles.
Además, Tokayev arremetió contra los servicios de seguridad kazajos, a los que acusó de “quedarse dormidos” al no prever la posibilidad de esta crisis, que ya ha dejado decenas de muertes. Finalmente, agradeció “la camaradería” del presidente ruso, Vladímir Putin, que respondió a su petición y envió tropas al país para tratar de sofocar los disturbios cuanto antes. El ministerio ruso de Defensa informó ayer del despliegue de más de 75 aviones de transporte militar con los 250 efectivos del “contingente de paz” de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar exsoviética.Ante la escalada, el responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, mostró el apoyo del bloque para “desescalar” la crisis, al tiempo que pidió respeto para la seguridad de los civiles.
En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el líder del Ejecutivo de Francia, Emmanuel Macron, urgieron al cese de la violencia y se mostraron dispuestos a movilizarse. A su vez, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, justificó el envío de militares, alegando que su objetivo es “restaurar la paz” en una crisis que, a su juicio, está instigada desde occidente.
