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Boomerismo Il·lustrado: BannerMania, el primer Photoshop que tocamos

Repasamos el programa perfecto de diseño gráfico que enseñó a toda una generación. Nostalgia.

BannerMania, el primer Photoshop que vam tocar

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Bienvenidos a una nueva sección de Vint-i-dos en la que hablaremos de la tecnología retro, la vintage, la que nos hizo felices durante una buena temporada, aquella que sirvió para que varias generaciones se convirtieran en las más preparadas de la historia, ofimáticamente hablando, pasando horas y horas delante de sus ordenadores.

Empezamos hoy por un clásico de los clásicos: BannerMania. Seguramente para muchos usuarios de PC y MAC fue su incursión en el mundo del diseño gráfico, la primera versión, la previa de la previa de la previa de la previa del actual Photoshop. El objetivo del programa era el de crear el cartel publicitario perfecto –perfecto para 1989, claro– aprovechando todas las posibilidades del programa, como los textos y las decenas de tipografías, las sombras, los elementos gráficos y las modificaciones de tamaño y proporción que creyéramos pertinentes. El resultado se podía imprimir en casa utilizando desde un papel en formato DIN-A4 hasta una combinación de centenares de hojas –no conocemos a nadie que lo hubiera probado nunca en tan gran escala–, de manera que se podían crear carteles de gran formato, perfectamente válidos para temas comerciales. Si no eran por cariz comercial servirían para sacar al artista que todos llevamos dentro, y que nos ayudaron a entender las leyes del diseño: márgenes, pesos y la larga cola del conocimiento que hemos adquirido.

BannerMania apareció en 1989 –hace 34 años, sí– de la mano de Christopher Schardt y Dane Bigham, y bajo la marca Brøderbund Software, responsable de distribuir juegos como Galactic Empire o Prince of Persia, los cuales quizás aparecen un día en esta sección de nostalgia pura.

Como dice un usuario en un foro, “BannerMania sirvió para popularizar la informática doméstica, junto con los juegos y los editores de texto de la época”, comentario que aplaudimos, como lo que dice que “sus resultados tenían mejor calidad que algunos carteles actuales de reguetón”. Fuertes aplausos.

Actualmente la IA, la mejora de rendimiento y la evolución del diseño hace que existan decenas de plataformas que hacen lo que hacía BannerMania mil veces mejor. Eso sí, en un aspecto los nuevos programas no pueden competir con BannerMania, y es que este cabía en un disco de 3½. Booooom. Y que costaba 35 euros en la era en que el pago por suscripción sólo funcionaba para ver el Canal+. Con los años BannerMania fue perdiendo frescura y dio paso, en un ejemplo perfecto de darwinismo digital, a contemporáneos como WordArt o Photoshop, que nos seguirían formando. Y fue desapareciendo de nuestro ideario.

Por cierto, abrimos consultorio. ¡Si queréis que hablemos de aquel programa o juego vintage que tanto amasteis, sólo hace falta que nos lo pidáis! ¡Enviadnos un fax!

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