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Hacer la cama cada mañana podría ser perjudicial para la salud, según un estudio

La investigación sugiere que dejar la cama deshecha reduce la proliferación de ácaros del polvo, potenciales causantes de asma y alergias

Una cama sin hacer.

Una cama sin hacer.Unsplash

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Un estudio científico de la Universidad de Kingston, publicado en el medio británico The Independent, ha revelado que hacer la cama cada mañana, una de las tareas domésticas más rutinarias y tradicionalmente considerada como un hábito saludable, podría resultar perjudicial para la salud. La investigación establece una relación entre las camas perfectamente hechas y una mayor incidencia de asma y alergias, poniendo en cuestión este arraigado hábito cotidiano.

Según explica el Dr. Stephen Pretlove, autor principal del estudio, el problema radica en los ácaros del polvo, unos pequeños insectos que proliferan en ambientes húmedos como las sábanas, donde encuentran condiciones ideales para reproducirse gracias al sudor nocturno. Las cifras son sorprendentes: una cama puede albergar hasta 1,5 millones de estos microscópicos organismos, que se alimentan principalmente de las células muertas de piel humana que quedan en las sábanas.

¿Por qué es mejor no hacer la cama?

La clave del descubrimiento está en la exposición de estos ácaros a condiciones adversas para su supervivencia. Cuando dejamos la cama deshecha, estos organismos quedan expuestos a la luz solar y a un ambiente seco, condiciones que dificultan significativamente su proliferación. Al contrario, una cama perfectamente hecha, con sábanas y edredones bien colocados, crea un microclima húmedo y oscuro que favorece la reproducción y supervivencia de estos insectos.

"Al cubrir los ácaros con las sábanas, las colchas y/o las fundas nórdicas, estos arácnidos aumentan su esperanza de vida, al habitar en mejores condiciones por el calor de la ropa de cama y la humedad generada por el sudor humano", señalan los investigadores en el estudio publicado.

La ventilación adecuada de los dormitorios, junto con la exposición de la ropa de cama al sol y al aire fresco, son factores determinantes para reducir la población de ácaros, lo que podría traducirse en una disminución de problemas respiratorios como el asma o reacciones alérgicas en personas sensibles.

Beneficios adicionales de no hacer la cama

El estudio también señala otros beneficios de romper con esta rutina mañanera. Algunos investigadores han relacionado cierto nivel de desorden con un aumento de la creatividad y una mayor capacidad para resolver problemas. Además, prescindir de esta tarea diaria supone un ahorro considerable de tiempo: los aproximadamente 5 minutos diarios dedicados a hacer la cama equivalen a unas 30 horas anuales (un día y 6 horas) que podrían invertirse en otras actividades.

¿Qué ventajas tiene hacer la cama?

A pesar de las evidencias científicas, existe una serie de beneficios psicológicos y prácticos asociados a mantener este hábito:

  • Evita la tentación de volver a la cama después de haberse levantado, lo que puede ayudar a mantener rutinas más disciplinadas.
  • Contribuye al orden general de la habitación, lo que puede motivar a ordenar otros espacios del dormitorio.
  • Funciona como herramienta educativa para fomentar el orden y la responsabilidad en los niños.
  • Proporciona una mejor experiencia al acostarse por la noche, evitando las molestias de sábanas arrugadas o mal colocadas.

¿Cómo combatir los ácaros si prefieres hacer la cama?

Para quienes prefieran mantener el hábito de hacer la cama por razones de orden o preferencia personal, los expertos recomiendan adoptar algunas medidas preventivas contra los ácaros:

  • Ventilar adecuadamente la habitación cada mañana, permitiendo que el aire fresco y la luz solar entren durante al menos 15-20 minutos.
  • Lavar la ropa de cama (sábanas, fundas de almohada y edredones) regularmente, preferiblemente a temperaturas superiores a 60°C para eliminar eficazmente los ácaros.
  • Secar las sábanas y demás elementos textiles al sol siempre que sea posible, ya que la radiación ultravioleta tiene propiedades desinfectantes.
  • Utilizar fundas antiácaros para colchones y almohadas, especialmente recomendadas para personas con alergias diagnosticadas.

¿Cuál es la frecuencia recomendada para cambiar las sábanas?

Los microbiólogos recomiendan cambiar las sábanas al menos una vez por semana. En épocas de calor, cuando se suda más, o para personas con problemas de piel o alergias, puede ser conveniente aumentar esta frecuencia a dos veces por semana. El lavado debe realizarse a temperaturas elevadas para garantizar la eliminación de ácaros y otros microorganismos.

La decisión final sobre hacer o no la cama parece quedar en manos de cada persona, según sus prioridades: la salud respiratoria o el orden doméstico. En cualquier caso, los expertos coinciden en la importancia de ventilar adecuadamente los dormitorios y mantener una higiene rigurosa de la ropa de cama, independientemente de si se opta por dejarla hecha o deshecha cada mañana.

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