La OCU advierte de los peores gazpachos de supermercado que debes evitar
La organización revela qué marcas suspenden en calidad y sabor, mientras destaca alternativas de confianza para combatir el calor estival de forma saludable

Gazpacho.
El gazpacho es un aliado perfecto para combatir las altas temperaturas, pero hay que tener en cuenta que no todas las opciones disponibles en los supermercados merecen llamarse gazpacho, según revela un reciente análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El estudio ha identificado marcas que suspenden en calidad y sabor, a la vez que destaca aquellas que mantienen la esencia auténtica de este plato tradicional andaluz.
La investigación de la OCU pone el foco en la composición de los gazpachos comercializados, señalando problemas graves como el exceso de agua, la escasez de aceite de oliva virgen extra y la abundancia de conservantes. Estas prácticas alejan considerablemente el producto final de la receta tradicional, convirtiendo algunas opciones en meras imitaciones industriales sin el valor nutricional ni organoléptico esperado por los consumidores.
Entre las conclusiones más destacadas del informe, se alerta sobre la presencia de marcas que utilizan agua como ingrediente principal en lugar de tomate, así como el uso excesivo de aditivos para prolongar la vida útil del producto. Estos hallazgos resultan especialmente relevantes de cara al verano de 2025, cuando muchos españoles buscarán opciones refrescantes y saludables para hacer frente a las altas temperaturas.
Las marcas de gazpacho que no aprueban según la OCU
El análisis de la organización de consumidores ha identificado claramente las marcas que no cumplen con los estándares de calidad esperados. El gazpacho Auchan de Alcampo ocupa el último puesto del ranking, un producto donde el agua figura como ingrediente principal, por delante del tomate. Según detalla la OCU, esta composición resulta en una sopa fría aguada y sin carácter, alejada por completo de lo que debería ser un auténtico gazpacho.
Otra de las marcas señaladas negativamente es Don Simón, criticada por su sabor excesivamente industrial y el uso de ingredientes pasteurizados que eliminan la frescura característica del plato. El informe subraya que, a pesar de su amplia distribución y agresivas campañas publicitarias, el gazpacho Don Simón contiene un porcentaje insuficiente de aceite de oliva virgen extra, elemento fundamental para conseguir el sabor y las propiedades nutricionales adecuadas.
La OCU también alerta sobre una categoría general de productos económicos que priorizan la conservación sobre la calidad. Estos gazpachos, habitualmente los más baratos del mercado, comparten características poco deseables: predominio del agua sobre las verduras, exceso de conservantes y aditivos, y utilización de aceites de baja calidad. El resultado, según los expertos, es un sabor artificial que dista mucho del refrescante y nutritivo gazpacho tradicional.
Alternativas de calidad recomendadas por los expertos
No todo son malas noticias en el análisis de la OCU, que también destaca tres marcas que mantienen la esencia del gazpacho auténtico. El gazpacho Alvalle se posiciona como el referente absoluto del mercado, gracias a su composición basada en verduras frescas, aceite de oliva virgen extra de calidad y la ausencia de conservantes. Aunque su precio es superior a otras opciones, los expertos consideran que la calidad justifica la inversión.
El Salmorejo Fresco Santa Teresa también recibe una valoración muy positiva. Aunque técnicamente es un salmorejo -variante cordobesa más espesa y cremosa-, destaca por su fidelidad a la receta tradicional y el uso exclusivo de ingredientes naturales sin aditivos ni espesantes artificiales. La OCU lo recomienda para quienes buscan un sabor auténtico y una textura más consistente.
La sorpresa del ranking la proporciona el gazpacho Chef Select de Lidl, una marca blanca que logra colarse entre las mejores opciones gracias a su excelente relación calidad-precio. Según el análisis, este producto utiliza verduras frescas, mantiene una proporción adecuada de agua y consigue un sabor equilibrado que recuerda al casero, demostrando que es posible ofrecer calidad a precios asequibles.
Claves para identificar un gazpacho de calidad en el supermercado
Más allá de las marcas específicas, la OCU proporciona pautas claras para que los consumidores puedan distinguir un buen gazpacho de uno mediocre. El primer aspecto a verificar es la lista de ingredientes, donde el tomate debe figurar siempre en primer lugar, nunca el agua. Esta simple comprobación permite descartar inmediatamente muchos productos de baja calidad.
Respecto al aceite, los expertos son tajantes: debe tratarse exclusivamente de aceite de oliva virgen extra, evitando productos que utilicen aceites genéricos o refinados. La presencia de conservantes también es un indicador relevante; cuantos menos tenga, mejor será la calidad del gazpacho. Lo ideal, según la OCU, es encontrar una etiqueta limpia, sin estabilizantes ni aditivos misteriosos.
La organización recuerda que la receta tradicional del gazpacho es sencilla, basada en ingredientes naturales como tomate, pimiento, pepino, cebolla, ajo, vinagre y aceite de oliva virgen extra. Cualquier adición que se aleje significativamente de estos componentes básicos debería generar desconfianza en el consumidor informado.
El impacto de la alimentación industrial en la gastronomía tradicional
El análisis de la OCU sobre los gazpachos comerciales refleja una problemática más amplia relacionada con la industrialización de la alimentación. La búsqueda de mayor vida útil, menores costes de producción y distribución masiva ha llevado a muchas marcas a alejarse de las recetas originales, comprometiendo tanto el sabor como las propiedades nutricionales de platos emblemáticos de nuestra gastronomía.
Este fenómeno resulta especialmente preocupante en el caso del gazpacho, una sopa fría que tradicionalmente se elaboraba con ingredientes frescos y de temporada. La versión industrial, con su dependencia de conservantes y productos pasteurizados, no solo afecta al sabor sino también a los beneficios para la salud asociados a este plato, rico en vitaminas, minerales y antioxidantes cuando se prepara adecuadamente.
Sin embargo, la creciente concienciación de los consumidores está impulsando a algunas marcas a apostar por la calidad y la autenticidad. El éxito comercial de opciones premium como Alvalle demuestra que existe un segmento del mercado dispuesto a pagar más por productos que respeten la tradición y la calidad de los ingredientes.
¿Por qué el gazpacho se ha convertido en un producto tan popular?
El gazpacho ha trascendido su origen andaluz para convertirse en uno de los platos más consumidos en toda España durante los meses de verano. Su popularidad se debe a una combinación de factores: es refrescante, nutritivo, bajo en calorías y enormemente versátil. Además, su preparación tradicional no requiere cocción, lo que lo convierte en una opción ideal para los días de calor intenso.
La versión comercial envasada surgió como respuesta a la demanda de soluciones rápidas y cómodas para el consumidor moderno. Sin embargo, el análisis de la OCU demuestra que esta conveniencia a menudo viene acompañada de un sacrificio en términos de calidad y autenticidad. Para quienes valoran estos aspectos pero no disponen de tiempo para elaborar gazpacho casero, las recomendaciones de la organización ofrecen una guía valiosa.
De cara al verano de 2025, los expertos prevén un aumento en el consumo de gazpacho debido a las altas temperaturas pronosticadas. En este contexto, la información proporcionada por la OCU cobra especial relevancia, ayudando a los consumidores a tomar decisiones informadas que beneficien tanto a su paladar como a su salud.