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¿Cucarachas en casa? Estas plantas repelentes te ayudan a combatirlas de forma natural este verano

El calor dispara su aparición, pero hay formas naturales de proteger tu hogar de forma eficaz y segura

Una cucaracha.

Una cucaracha.

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Este verano trae consigo el problema recurrente de la aparición de  cucarachas en las calles, puestos de trabajo y hogares. Las elevadas temperaturas de la temporada estival crean el ambiente perfecto para que estos insectos invadan nuestras viviendas, especialmente en zonas como cocinas, baños y sótanos. Las condiciones cálidas aceleran su metabolismo y capacidad reproductiva, convirtiendo lo que podría ser un problema menor en una verdadera molestia para muchas familias en estos meses.

Además de representar un aspecto desagradable, estos insectos suponen un riesgo para la salud, ya que son potenciales portadores de bacterias que pueden contaminar alimentos y superficies. Si bien es fundamental mantener una limpieza exhaustiva, sellar rendijas y gestionar correctamente los residuos, también existen alternativas naturales que pueden complementar estas medidas preventivas. Algunas plantas emiten aromas que resultan especialmente molestos para las cucarachas, funcionando como repelentes naturales sin necesidad de recurrir a productos químicos agresivos.

Aunque estos métodos naturales no sustituyen a una adecuada higiene doméstica, cada vez más españoles optan por soluciones ecológicas para mantener sus hogares libres de estos insectos. La combinación de limpieza rigurosa con la presencia estratégica de ciertas plantas puede suponer una barrera eficaz contra la proliferación de cucarachas durante los meses más calurosos del año, sin exponer a la familia a sustancias potencialmente tóxicas.

Plantas efectivas contra las cucarachas

El laurel, ampliamente utilizado en la cocina mediterránea, destaca como un eficaz repelente natural. Su aroma, apenas perceptible para los humanos en ambientes secos, resulta particularmente molesto para las cucarachas. La forma más práctica de aprovecharlo es distribuyendo hojas secas en zonas estratégicas como despensas o bajo el fregadero, espacios habitualmente frecuentados por estos insectos. Lo más ventajoso de este método es que no requiere cuidados especiales, bastando con reemplazar las hojas periódicamente para mantener su efectividad.

Otra planta con propiedades repelentes es la lavanda, reconocida por su fragancia relajante. Tanto cultivada en macetas como utilizada en forma de saquitos con flores secas, cumple una doble función: aporta un agradable aroma al hogar mientras mantiene alejadas a las cucarachas. Esta planta resistente y decorativa requiere pocos cuidados y prospera tanto en interiores con buena iluminación como en balcones, convirtiéndose en una solución práctica y estética.

La menta, con su característico olor fresco y penetrante, también figura entre las plantas que repelen eficazmente a estos insectos. Puede cultivarse fácilmente en pequeñas macetas ubicadas en la cocina o el baño, o utilizarse en forma de infusión concentrada aplicada mediante pulverizador. Rociar esta preparación en zócalos, grietas y rincones proporciona una protección adicional contra las cucarachas, además de aportar un agradable frescor al ambiente doméstico.

Por último, la citronela, conocida principalmente por su efectividad contra los mosquitos, también actúa como repelente de cucarachas. Su intenso aroma cítrico interfiere con los receptores sensoriales de estos insectos, desorientándolos y alejándolos. Puede cultivarse en jardines, terrazas o grandes maceteros, adaptándose bien al clima mediterráneo español. También está disponible en forma de aceite esencial, que puede difundirse mediante humidificadores o incorporarse a soluciones caseras de limpieza.

Beneficios de los repelentes naturales frente a los químicos

El uso de plantas como método de control de cucarachas presenta numerosas ventajas frente a los insecticidas convencionales. En primer lugar, constituyen una alternativa totalmente ecológica y sostenible, sin riesgos para la salud de los ocupantes de la vivienda, incluidos niños y mascotas. Los repelentes químicos pueden contener sustancias potencialmente tóxicas que permanecen en el ambiente doméstico durante periodos prolongados, mientras que las plantas ofrecen una solución libre de residuos nocivos.

Además, las plantas mencionadas aportan beneficios adicionales más allá de su función repelente. La lavanda, por ejemplo, contribuye a crear un ambiente relajante que favorece el descanso, mientras que la menta puede ayudar a combatir olores desagradables en la cocina. Estas múltiples funcionalidades convierten a las plantas en una solución integral para mejorar la calidad del ambiente doméstico, combinando protección contra plagas con bienestar sensorial.

Otro aspecto a considerar es el económico: mientras los insecticidas requieren compras periódicas, las plantas representan una inversión inicial que puede proporcionar protección durante años con un mantenimiento mínimo. En el contexto actual de creciente concienciación medioambiental, cada vez más familias españolas optan por métodos naturales para el control de plagas, integrando estas plantas tanto por motivos prácticos como estéticos.

¿Por qué aumentan las cucarachas en verano?

El incremento de cucarachas durante los meses estivales responde a diversos factores biológicos y ambientales. Como organismos ectotermos, estos insectos dependen de la temperatura exterior para regular su metabolismo, por lo que el calor acelera significativamente sus procesos vitales, incluida la reproducción. Durante el verano de 2025, con temperaturas que superan regularmente los 30 grados en muchas zonas de España, las condiciones resultan óptimas para su proliferación.

La humedad, otro factor característico del verano en determinadas regiones españolas, también favorece la presencia de cucarachas. Estos insectos necesitan agua para sobrevivir y tienden a buscarla en ambientes húmedos como baños, cocinas o sótanos. El aumento de la humedad relativa durante los meses veraniegos crea microclimas ideales para su desarrollo, especialmente en viviendas con problemas de condensación o filtraciones.

A estos factores se suma la mayor disponibilidad de alimentos, derivada tanto de la mayor actividad humana en el hogar durante las vacaciones como de la más rápida descomposición de los residuos orgánicos por efecto del calor. La costumbre estival de mantener puertas y ventanas abiertas facilita además el acceso de estos insectos desde el exterior, incrementando las probabilidades de infestación.

Medidas complementarias para prevenir plagas

Aunque las plantas mencionadas pueden ayudar a mantener alejadas a las cucarachas, su eficacia aumenta considerablemente cuando se combinan con otras medidas preventivas. La limpieza rigurosa, especialmente en áreas donde se manipulan alimentos, es fundamental para eliminar restos orgánicos que pudieran atraer a estos insectos. Barrer y fregar regularmente, prestando especial atención a rincones y zonas de difícil acceso, reduce significativamente las probabilidades de infestación.

El correcto almacenamiento de alimentos también juega un papel crucial en la prevención. Guardar productos en recipientes herméticos, especialmente aquellos ricos en azúcares o almidones, evita que las cucarachas detecten su presencia. La gestión adecuada de residuos, utilizando cubos con tapa y vaciándolos regularmente, elimina otra potencial fuente de atracción para estos insectos.

Asimismo, sellar grietas, rendijas y otros posibles puntos de entrada resulta esencial para impedir el acceso de cucarachas al hogar. Particular atención merecen las aberturas alrededor de tuberías, enchufes y marcos de puertas y ventanas, que suelen constituir vías de entrada habituales. La combinación de estas medidas preventivas con el uso estratégico de plantas repelentes proporciona una protección integral y ecológica contra estos molestos visitantes veraniegos.

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