PRESTACIONES
Burocracia contra la tercera edad: una vecina de Lleida lleva a su madre de Barcelona a Tremp para poder tramitar la pensión de viudedad por falta de citas
Su padre, de 91 años, murió esperando la valoración de Dependencia

Judit Díez, junto a sus padres, el pasado mayo durante la celebración de su aniversario.
Judit Díez es una vecina de Lleida que el pasado septiembre perdió a su padre. Un duelo que se ha visto marcado por la excesiva burocracia para conseguir que su madre pueda contar con los recursos necesarios. Según explica a SEGRE, su padre murió con 91 años sin que pudiera acceder a la valoración para la ayuda de la Dependencia. La razón, señala, es que sus padres vivían en otro domicilio al que estaban empadronados. El proceso se fue alargando hasta que finalmente la volvió a solicitar el pasado agosto. Dos meses después de morir su padre, recibió una carta en la que le denegaban la valoración justamente porque el beneficiario había fallecido. “Mi padre ha sido autónomo, ha sido empresario, ha pagado todos los impuestos habidos y por haber y no ha tenido acceso a ninguna ayuda, solo una silla de ruedas que no tiene ni 7 meses”, lamenta su hija.
Una excesiva burocracia que afronta, junto con su hermano, para poder gestionar que su madre tenga la pensión de viudedad y también se le haga la valoración de Dependencia. “Ella tiene 85 años, a lo mejor todavía tenemos tiempo”, asegura con pesar. De hecho, su madre reside en un municipio de Barcelona y han tenido que desplazarse hasta Tremp para poder tramitar la pensión de viudedad. “Imagínate una persona que esté sola, que no tenga quien le acompañe, ¿cómo puede gestionar todo esto? Es imposible”, remarca. Una pensión, según la familia, que verá reducida, ya que no podrá compatibilizar con la prestación que cobraba por sus años trabajados. “Ha criado a cuatro hijos, ha trabajado fuera y dentro de casa y, a pesar de esto, no lo cobrará todo. Es injusto”, lamenta.
Además denuncia que el banco les ha congelado las cuentas en las que figuraba el matrimonio, a pesar de que, constatan, no pueden hacerlo. “Esto que están haciendo es ilegal, pero mi madre no puede acceder a su dinero y se lo tenemos que pagar todo”, lamenta. “Hay una vulnerabilidad hacia la gente mayor, sobre todo si son mujeres, y una dejadez. Nadie les ayuda a tramitar nada”, remarca. A todo esto añade que “está siendo una tortura” cambiar todo lo que estaba nombre de su padre, como las facturas de servicios tan básicos como el agua, la luz o el teléfono.
Más de 4.600 leridanos estaban a la espera el pasado mayo
Un total de 4.623 leridanos estaban a la espera del sistema de Dependencia en el mes de mayo, según los últimos datos publicados por el departamento de Derechos Sociales e Inclusión. De estos, 1.469 ya tenían la valoración de grado y aguardaban el PIA, el programa individual de atención que establece los servicios y/o la prestación económica. En estos casos, el tiempo medio de resolución en Lleida es de 75 días. A estos se deben añadir los leridanos que esperan ser evaluados para saber si pueden acceder al sistema. A finales de mayo, había 3.154 valoraciones pendientes por parte de los servicios de valoración de la dependencia (Sevad). En los de Lleida tenían pendientes 2.641 expedientes, en los del Alt Pirineu, 507, y en Aran, 6. Sumando el tiempo medio de espera para el PIA y el de la valoración, en el llano este plazo supera los 6,5 meses, en el Pirineo se sitúa por encima de los 8 meses, y en Aran la espera es de más de 3 meses.