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Els jugadors de l’Espanyol celebren el primer gol del partit, que els va permetre sumar un punt a Balaídos.

Els jugadors de l’Espanyol celebren el primer gol del partit, que els va permetre sumar un punt a Balaídos.EFE

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El Espanyol abrió la etapa de Joan Francesc Ferrer “Rubi” en la Liga, arrancando un punto en Balaidos ante el Celta (1-1), que también estrena entrenador esta temporada, el argentino Antonio Mohamed. El equipo gallego dominó de salida, aunque el primero en marcar fue el Espanyol, en un encuentro con pocas ocasiones de gol.

La puesta en escena del Celta fue la prometida por Antonio Mohamed: control de la pelota en la zona de creación, posesión abusiva, juego vertical con cambios de orientación, línea de presión en campo rival. Todo con el descaro que había planeado el técnico, aunque el dominio solo se plasmó con un tiro lejano de Hugo Mallo y otro desviado de Brais.

Fueron veinte minutos vertiginosos del Celta, que se desinfló poco a poco. El Espanyol encontró entonces líneas de pase. Se sintió menos oprimido para poder combinar en la zona central. Y se estiró: lanzó tres veces a portería en apenas tres minutos, con tiros de Baptistao, Darder y Piatti.

El Celta no volvió a recuperar su versión inicial, pese al parón que tuvieron los equipos para refrescarse y combatir el calor. Se atascó por la zona central, perdió amplitud en su juego. Únicamente volvió a asomarse sobre la portería de Diego López con un cabezazo de Cabral.

El Espanyol, sólido en defensa, mostró más pegada: avisó con un mano a mano de Borja Iglesias en el área ante el portero Sergio, tras un buen pase de Darder, y cerró la primera parte con un gol de Hermoso (0-1), que remató un córner después de un fallo de marcaje de Júnior Alonso.

El Celta corrigió errores tras el descanso, empató el partido con un tanto de Iago Aspas en el minuto 51, pero el marcador ya no se movió más y los equipos sumaron un punto cada uno.

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