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Muros, no; puentes, sí, para conectar con el futuro

DIPUTADO DEL PP

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Este fin de semana se ha celebrado el Congreso del Partit Popular de Catalunya, en el que ha sido elegido Presidente Xavi García Albiol con el abrumador respaldo del 92% de los votos. El nuevo líder afronta dos importantes retos: superar los buenos resultados de su predecesora Alicia Sánchez Camacho y convertir al PP en la referencia de todos los catalanes que no queremos romper con el resto de España. Xavi Albiol cuenta con el aval de los militantes, el presidente Mariano Rajoy y los votos obtenidos en Badalona, que le permitieron conseguir una alcaldía de la que sólo le pudo desalojar un pacto impresentable.

Se cumplen 60 años de la construcción de la Unión Europea en torno a los grandes valores que la conforman: paz, democracia, libertad, derechos humanos y Estado de Derecho. Los mismos valores que defiende el Partido Popular y que recoge nuestra Constitución de 1978. Se han superado años de enfrentamientos que desembocaron en dos terribles guerras mundiales y los que antes eran enemigos irreconciliables se han convertido en íntimos aliados. La Unión Europea es hoy un admirable espacio de solidaridad, prosperidad y bienestar en el que todos quieren entrar.

La intervención de Mariano Rajoy puede resumirse en cinco grandes objetivos. El primero, queremos seguir juntos, como siempre hemos estado. Más tiempo que ninguna otra nación europea. Queremos una Catalunya en España y en Europa y no fuera de España y Europa. Ley y democracia son inseparables. Exigimos que se cumpla la Ley. ¿Qué fuerza tienen para hacer cumplir la ley los dirigentes que no la respetan? En un Estado de Derecho, es obligado respetar la Constitución, el Estatut y los dictámenes del Consell de Garanties Estatutàries. No se pueden aprobar Presupuestos ilegales ni incumplir sentencias judiciales.

Las instituciones y los medios públicos de comunicación tienen que estar al servicio de todos los catalanes y no solo al servicio de los separatistas y hay que recuperar la cohesión interna destruida por quienes instauran listas de buenos y malos catalanes. Hay que alejar a los extremismos antisistema de los poderes de decisión porque ponen en riesgo el modelo económico y social de Catalunya y la convivencia. Cuando se desafía la legalidad y se da el mando a un partido de matones y filoterroristas la violencia no tarda en llegar como se está viendo.

Lo que debe importar en política es lo que importa a la gente, la solución a sus problemas. Eso es lo que llevó a la Alcaldía de Badalona a Xavi Albiol y lo que ha permitido que Mariano Rajoy haya esquivado el rescate y superado una crisis en la que se perdieron 3,4 millones de empleos y 70.000 millones de euros de recaudación. Este año vamos a recuperar el PIB perdido porque somos el país que más crece y más empleo crea en Europa con nada menos que medio millón de empleos al año. Este logro nos permitirá alcanzar los 20 millones de ocupados en 2020.

Este es el futuro que los ciudadanos esperan de sus gobernantes. Y para ello se necesita estabilidad. El diálogo no consiste en hablar solo de lo que nadie le puede pedir a un gobernante que, como obligación, tiene el hacer cumplir la Ley. Ahora ya se ve que los que pedían diálogo solo pretendían chocar, porque el derecho de todos los españoles a decidir lo que quieren que sea su país no es un derecho de una parte de los españoles, sino un derecho de todos. De lo que hay que hablar es de los servicios públicos, de la sanidad, de las pensiones, de la educación y de ese Plan de Infraestructuras para Catalunya que ha presentado Mariano Rajoy este martes en Barcelona. De la N-240 (55 millones previstos de aquí a 2020), del Corredor Mediterráneo, de las Cercanías. Y recordar también que el AVE, el Segarra-Garrigues y el Túnel de Vielha han llegado a Catalunya gracias a Gobiernos de España del Partido Popular.

Y donde luego es una ofensa intolerable hablar en nombre de todos los catalanes cuando no se respeta ni a la mitad pero se engaña a todos cuando se ocultan las consecuencias de una ruptura que nos dejaría fuera de España y por tanto de Europa y del Mercado Único. El mundo y Europa caminan hacia la integración y los puentes no se pueden sustituir por muros basados en proyectos irresponsables que pretenden maquillar el odio y el rencor que surgen cuando se destapa el 4% de treinta y tantos años de Pujolismo. Los muros separan y los puentes unen. Y esas, las que unen, son las infraestructuras que nos interesan a todos: puentes y no muros, las que nos conectan con el futuro.

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