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Chantaje intolerable

Diputado del PP en el Congreso por Lleida

Chantaje intolerable

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El oasis catalán empezó a enfangarse en el 2012 justo cuando la UDEF empezó a merodear las sedes convergentes, lo que provocó un inusitado fervor separatista que alimentó el alicaído, entonces, independentismo de toda la vida de ERC. Empezaba el prucés con el lema del derecho a decidir. El viaje a Ítaca, con una meta final: la impunidad. Por el camino, un período peligrosamente predemocrático con las administraciones, corporaciones y medios de comunicación públicos al servicio de la causa.

Algunos habrán creído en la voluntad de un diálogo con la pérfida España que nos roba cuando eran otros los que se lo llevaban a Andorra. Ahora, mientras el PNV en el momento oportuno ha sabido negociar y pactar, que eso es el diálogo en política, y alcanzar un envidiable Pacto Fiscal, el soberanismo catalán se ha quitado la careta. De lo único que se quiere hablar es de Referéndum o Referéndum, acordado o unilateral, legal o ilegal.

Lo que importa ahora en Catalunya, a la luz de esa secreta Ley de Transitoriedad Jurídica que vamos conociendo y que está revelando la vocación totalitaria de quienes no solo intentan perpetrar un Golpe de Estado desde el Govern y el Parlament violando las leyes y derechos que nos amparan a los catalanes, es que una eventual Catalunya independiente se convertiría en una República Dictatorial.

La futura Generalitat, que da por hecha la continuidad en la UE pretende incautar todas las propiedades, bienes y servicios del Estado, asumir todos los funcionarios –que deberían solicitar la nacionalidad catalana–, controlar la prensa y el resto de medios de comunicación, implantar el catalán como único idioma oficial, amnistiar naturalmente a todos los condenados por la causa independentista y eliminar la división de poderes porque el President de la Generalitat elegiría al Fiscal General y también al Presidente del Supremo. ¡Al fin, la impunidad!

Derecho a decidir, una falacia

Y el derecho a decidir, otra gran falacia de los separatistas, se ha convertido finalmente en el ultimátum con el que se presentó Puigdemont en Madrid con el apoyo de Podemos. Declaración inmediata de independencia si no hay referéndum. La gran oferta de diálogo “con la mano tendida” como dice La Vanguardia. Todo un chantaje antidemocrático, un Golpe de Estado contra la unidad de España y la Democracia que no tardó en ser rechazado por el Presidente Rajoy, que invitó a Puigdemont a un debate en las Cortes donde están representados todos los españoles.

Todos los españoles

Porque no es a un Presidente ni a un Gobierno a quienes les corresponde decidir sobre la unidad de España, la soberanía nacional y el futuro del Estado. El Derecho a Decidir, en democracia y desde el respeto al Estado de Derecho –que son conceptos indisociables–, corresponde a todos los españoles representados por los 350 diputados y de acuerdo con la Constitución que nos protege y ampara a todos.

En estos momentos en que los populismos asamblearios prenden aquí en España también como demuestran el separatismo y la elección de Sánchez, resulta reconfortante la firmeza con la que el Presidente Rajoy defiende la unidad de España y la Constitución y marca como prioridad la estabilidad, la aprobación de los Presupuestos para proseguir con el crecimiento económico, el empleo y las políticas sociales, que es lo que más importa a la gente. Y al mismo tiempo, una mano de verdad tendida, con una permanente y responsable oferta de diálogo, colaboración y acuerdos en los grandes asuntos de Estado con un PSOE que aunque esté partido como nunca, no puede ni debe ser rechazado por el tóxico “No es no” de un Sánchez que, si ha sacado tan buenos resultados en Lleida, es porque en la campaña de las Generales pasó de largo y aquí no le conoce nadie.

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