Atrapados en el extranjero

El cierre de fronteras por la crisis global del coronavirus ha sorprendido a decenas de leridanos que se encontraban en el extranjero. Este es el caso de Alba Soldevila, una joven de Linyola que se encuentra ‘atrapada’ en Cuzco, en Perú. Ella y su pareja se embarcaron en septiembre en un gran viaje por América del Sur para participar en programas de voluntariado en Yucatán, Cali y Arequipa. “Antes de llegar a Perú el pasado 12 de marzo, nos dijeron que no tendríamos ningún problema porque salimos de España mucho antes de que se originara el brote”, explica esta leridana. Sin embargo, el pasado miércoles “acudieron cinco policías a nuestro apartamento y nos dijeron que durante 15 días tenemos completamente prohibido salir a la calle o nos arrestarán”. Asegura que “nuestra propietaria nos ha cerrado la puerta con llave y estamos preocupados porque ni siquiera podemos ir a comprar comida o ir a la farmacia, y tenemos que llamarla a ella si necesitamos cualquier cosa”. Lamenta la falta de organización de la embajada que, por el momento, solo les ha comunicado que tienen prioridad los españoles a los que les han anulado los vuelos de regreso. “Parece que la cosa va para largo y queremos volver a casa. Tanta incertidumbre nos preocupa”, dice. Por su parte, Maria Calderó es una de los cuatro leridanos que se encuentran actualmente en el aeropuerto de Fuerteventura, que no pueden regresar a península después de suspender más de tres vuelos desde el pasado sábado, cuando entraron en vigor las restricciones de movilidad. La joven leridana de Ciutat Jardí asegura que intentó regresar el sábado día 14 y “ya no fue posible porque que anularon el vuelo que tenía directo a Barcelona”, algo que ha ido sucediendo a lo largo de la semana. Asegura que ya le han suspendido tres vuelos y que se encuentran “desamparados, solos y desprotegidos”, porque “nadie nos atiende”, dijo Calderó. Junto a ella se encuentran otros tres leridanos y ciudadanos de Barcelona, Madrid, Sevilla, Zaragoza, Almería o Alicante. Duermen en apartamentos cercanos al aeropuerto y en la misma infraestructura en turnos. Explicaron que el próximo martes deberán abandonar estos apartamentos y entonces deberán dormir todos en el aeropuerto si no consiguen regresar antes. En cuanto a Anabel Segura y David Seseña, la pareja de Mollerussa que estaban atrapados en Tenerife, ya están en casa con su hija. “Ha sido un milagro”, aseguran estos leridanos, que a última hora consiguieron un vuelo con destino a Barcelona que el miércoles los trajo de vuelta.

Unos 100.000 europeos retenidos

Bruselas calcula que hay más de 100.000 ciudadanos de la Unión Europea (UE) pendientes de ser repatriados a sus países. La suspensión de vuelos y el creciente cierre de fronteras en todo el mundo están dificultando el regreso a casa de muchos europeos. Países como Austria o Alemania ya han pedido ayuda a la UE para financiar vuelos de repatriación. Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores recomendó a los españoles no viajar de vuelta “si tienen una manera de encontrar cómo quedarse”.