España y Francia aceleran la autopista eléctrica para tenerla lista en 9 años

España y Francia han acordado inaugurar en menos de nueve años la autopista eléctrica, la línea de muy alta tensión para conectar las redes de ambos países a través del Pirineo. Relanzan así este polémico proyecto, cuya historia se remonta a más de dos décadas y que aparece ahora vinculado a otras líneas e infraestructuras previstas en Lleida.

Los Gobiernos de España y Francia han pusto en marcha la cuenta atrás para inaugurar en un máximo de nueve años la autopista eléctrica, la polémica interconexión eléctrica entre ambos países a través del Pirineo aragonés. Así consta en la Segunda Declaración de Lisboa, que los dos Estados y la Comisión Europea (CE) firmaron el 27 de julio en la capital portuguesa. En ella se comprometen a “acelerar” la línea de muy alta tensión (MAT) Aragón-Marsillon “con el fin de concluirla en 2027 a más tardar”. Esta infraestructura se ha convertido además en una nueva justificación para otros proyectos eléctricos que han sido objeto de oposición y polémica en las comarcas del Pirineo de Lleida.

Uno de ellos es la MAT del Pallars, la línea de 400kV prevista entre Peñalba e Isona. El otro es la repotenciación de la línea de alta tensión de 220 kV entre Foradada del Toscar y La Pobla de Segur. Se trata de dos proyectos de Red Eléctrica de España (REE) que, en sus inicios, se presentaron como actuaciones sin vinculación con la autopista eléctrica. Sin embargo, un informe elaborado para la UE las describe actualmente como “complementos” necesarios para regular y modular los flujos de energía entre ambos países cuando se lleve a cabo la interconexión. Lo redactó la Red Europea de Gestores de Transporte (Entso-E), organismo del que forma parte REE y que participa en el desarrollo de la política energética comunitaria.

Un informe para la CE apunta que esta línea tiene una “especial influencia” en la autopista eléctrica

Aparece vinculada al proyecto para convertir el pantano de Mequinensa en una central reversible

Este organismo publicó en octubre de 2015 el informe Regional Investment Plan 2015 Continental South West region, siete meses después de que España y Francia acordaran reactivar el proyecto de la autopista eléctrica tras casi una década de abandono. Este documento destaca la necesidad de impulsar otras infraestructuras “complementarias” para “integrar y acomodar flujos de energía mayores y más volátiles” entre ambos países. En el caso de la línea de alta tensión Foradada del Toscar-La Pobla, la describe como un proyecto “independiente de la interconexión transfronteriza” pero “con una especial influencia” en ella, y advierte que sin esta y otras actuaciones a ambos lados de la frontera, el objetivo de pasar de una potencia de cinco a ocho gigavatios de interconexión “podría no alcanzarse”.

En cuanto a la MAT del Pallars, la vincula al transporte de energía procedente de futuros bombeos hidráulicos en Aragón, y cita en este sentido la iniciativa planteada desde hace años para convertir Mequinensa en una central reversible como lo son las de Moralets y Sallente-Estangento. En el caso de Mequinensa, el proyecto en tramitación de la firna Ingeniería Pontificia plantea la cojnstrucción de un nuevo embalse en una cota superior. El informe señala que estas centrales “proporcionan al sistema eléctrico una respuesta inmediata ante necesidades inesperadas e incrementan su resilencia”, ya que contribuyen a evitar sobrecargas y caídas de la tensión. Cabe recordar que REE obtuvo hace un año el visto bueno estatal para la subestación eléctrica de Isona, el primer paso para la MAT.