SEGRE

FAUNA POLÉMICA

Una sentencia establece por primera vez que los buitres “atacan a ganado vivo” en Lleida

Un fallo ya firme del juzgado contencioso administrativo da la razón a los ganaderos || Obliga a la Generalitat a indemnizar la muerte de una yegua y su potro por heridas infligidas por estas aves

Imagen de archivo de una yegua y su potro bajo una bandada de buitres en Tornafort.

Imagen de archivo de una yegua y su potro bajo una bandada de buitres en Tornafort.LL. M.

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“Los buitres atacan a ganado vivo”. Con esta frase, la Justicia ha dado por primera vez la razón a organizaciones agrarias y ganaderos en la disputa que mantienen desde hace más de una década con la Generalitat y entidades ecologistas. Esta afirmación forma parte de una sentencia del juzgado contencioso administrativo de Lleida. El fallo, dictado el pasado mes de septiembre y actualmente firme, obligó al departamento de Territorio a indemnizar a un ganadero por la muerte de una yegua y de su potro recién nacido por heridas infligidas por estas aves. El texto fija la cantidad a pagar en 7.860 euros y condena en costas a la conselleria con 500 euros más.

La sentencia señala que, durante el juicio, Territorio “se limitó a alegar que los buitres no atacan a animales vivos”. La conselleria confirmó que no ha recurrido este fallo judicial, aunque insistió en que esta especie es “carroñera y no depredadora”. Sin embargo, incluso la posición de la Generalitat sobre esta cuestión ha variado con el paso de los años. A lo largo de una década, ha pasado de afirmar de forma tajante que los buitres se alimentan “única y exclusivamente de cadáveres”, a reconocer que “ayudan a morir” a animales “moribundos o que morirán en breve”. Esta afirmación figura en un plan que el Govern puso en marcha en 2015 para “mejorar la gestión” de esta especie. En él también se admite por primera vez la posibilidad de “presuntos ataques” a hembras y a sus crías durante el parto.

Esas fueron, precisamente, las circunstancias de la muerte de la yegua y el potro objeto de litigio en Escós (Soriguera) en 2017. El tribunal considera probado que los buitres les infligieron heridas mortales mientras aún estaban vivos, basándose en testimonios y en informes veterinarios. El ganadero recurrió a los tribunales después de que la conselleria negase el ataque y rechazase indemnizarle. Esta es una situación frecuente y objeto de polémica desde hace años: ante un cadáver devorado por los buitres, puede resultar difícil establecer si las aves dieron muerte al animal o bien se alimentaron de uno ya fallecido. En consecuencia, la Generalitat rechaza pagar compensaciones cuando no aprecia pruebas de un ataque; mientras que los ganaderos creen que los casos reconocidos son muchos menos que los reales.

En los últimos años, fotografías y vídeos han contribuido a determinar que los buitres sí se alimentan de animales mientras aún están vivos, especialmente de hembras y sus crías después del parto. Asimismo, estos sucesos pueden dejar evidencias que permiten certificar ataques. En Aran, técnicos del Conselh Generau lo han hecho en ocasiones basándose en las manchas de sangre en el suelo: si adoptan la forma de salpicaduras, es porque el corazón del animal todavía latía cuando le infligieron la herida.

Desde negar los ataques de forma tajante hasta llegar a admitirlos En una respuesta parlamentaria del año 2004, el entonces conseller de Medio Ambiente, Salvador Milà (ICV-EUiA), aseguraba que la alimentación de los buitres “se basa única y exclusivamente en cadáveres” y que no había “casos que demuestren que maten animales del tamaño de una oveja o superior”. Negó así las primeras denuncias de ataques en el Pirineo y afirmó que, en los casos de yeguas y vacas muertas junto a sus crías, se debía a “complicaciones en el parto”. Más de una década después, en 2015, los casos denunciados superaban ya los 450, según datos del plan de gestión de esta especie, aunque solo el 2% se reconocieron como ataques a ganado vivo. Una publicación del departamento de Agricultura ese mismo año afirmaba que “los casos más conocidos de ataques son en el momento del parto” y recomendaba a los ganaderos “no dejar a las hembras solas si hay buitres en los alrededores”.

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