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Confirman 3 años de prisión para la mujer que intentó matar al marido en Mollerussa drogándolo con unas natilles

El TSJC ratifica la sentencia de la Audiencia de Lleida y desestima los recursos presentados por víctima y acusada

La vecina de Mollerussa, acusada de intentar matar a su marido, este miércoles en el primero de los dos días de juicio previstos en la Audiencia de Lleida.

La vecina de Mollerussa, acusada de intentar matar a su marido, este miércoles en el primero de los dos días de juicio previstos en la Audiencia de Lleida.A. Guerrero

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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Lleida que, en junio de 2019, condenó a tres años de prisión a la mujer que intentó matar a su marido en Mollerussa. Ha desestimado los recursos tanto de la víctima, que pedía una pena más contundente, como de la acusada, que solicitaba una menor. El TSJC considera probado que la mujer, "con el objetivo de acabar con la vida de su hombre", lo golpeó con una botella de cava en la cabeza, después de haber intentado drogarlo poniéndole pastillas en unas natillas, que el hombre no se llegó a tomar porque tenían un sabor "extraño". La agresión pasó el 5 de febrero de 2018 en el domicilio de la pareja, en la calle Mestre Enric Subirós de la capital del Pla d'Urgell.

La fiscalía y la acusación particular pedían una pena de ocho años de prisión, pero la Audiencia le aplicó el atenuante de reparación del daño ya que la mujer pagó casi 5.000 euros al hombre. Además, la sentencia, confirmada ahora por el TSJC, recogía que la acusada presentaba rasgos de personalidad, aunque en el momento de los hechos sabía qué hacía y las consecuencias de sus actos.

Según la sentencia confirmada, la mujer, con el objetivo de acabar con la vida de su marido, aprovechó que la hija que vivía con ellos no estaba  en casa para intentar drogarlo poniéndole pastillas en unas natillas que el hombre no se llegó a tomar. Que después, sin abandonar su propósito, propuso a su marido bañarse juntos, momento en el cual, al salir de la bañera, lo tiró al suelo y lo golpeó con una botella de cava en la cabeza y después con un objeto contundente envuelto en una bolsa de plástico. El hombre quedó aturdido y sangrando y finalmente consiguió escapar y encerrarse en una habitación hasta que llegaron los Mossos.

Durante el juicio, la mujer negó los hechos y dijo que las natillas eran para ella porque se toma la medicación recetada por el psicólogo mezclada con los postres. Añadió que después subieron a hacerse un baño al lavabo y que su marido la agredió porque ella se negó a mantener relaciones sexuales con él.

La Sala sin embargo, no creyó la versión de la acusada y dio credibilidad a los hechos explicados por la víctima, que coincidían con el relato de los forenses, que declararon que las heridas que presentaba el marido eran compatibles con los hechos que el hombre había relatado.

La Sala también dio credibilidad a la declaración de los psicólogos, que dijeron que la acusada tiene rasgos compatibles con un trastorno de personalidad límite que la hace tender a la manipulación y a la mentira y que tiene falta de empatía, pero que es plenamente consciente de sus actos y de sus consecuencias. La mujer, en su derecho a la última palabra aseguró que "nunca" quiso matar a su hombre ni arrebatársele el padre a sus hijas.

La sentencia confirmada por el TSJC, además de condenarla a tres años de prisión por un delito de tentativa de homicidio, ordena también a la acusada que indemnice con 5.000 euros a su ya exmarido por las lesiones sufridas y porque el hombre tuvo que recibir tratamiento psicológico.

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