Localizados ocho perros en malas condiciones en distintas inspecciones en Lleida
Campaña de la Guàrdia Civil de vigilancia de animales domésticos
El Seprona de la Guardia Civil de Lleida llevó a cabo una campaña de intensificación de la vigilancia y control de animales de compañía durante el pasado mes de noviembre. Según ha explicado el cuerpo este jueves, durante las inspecciones los agentes del Seprona constataron la comisión de 21 infracciones administrativas, que fueron interpuestas a las personas responsables de sus cuidados por incumplir las obligaciones y prohibiciones establecidas en la legislación. En total, fueron localizados ocho perros en condiciones indebidas desde el punto de vista higiénico sanitario, de bienestar y de seguridad.
La primera inspección fue realizada en el municipio de Alt Aneu, donde se encontró una perra adulta con erosiones en la piel, sin recibir los tratamientos veterinarios esenciales que pudiera precisar para su curación. No estaba dada de alta en el censo municipal de animales de compañía, carecía del sistema de identificación mediante microchip y de collar con chapa identificativa.
En Vielha, convivían dos perros carentes de microchip y sin estar inscritos en el Registro General de animales de compañía. Los animales estaban sujetados a una cadena fija de corta longitud, por lo que disponían de un espacio limitado para el movimiento. Uno de ellos, que no llevaba collar, estaba enganchado con una cadena directamente al cuello y en el otro extremo de la cadena estaba atado a un objeto de unos 2 kilogramos de peso que arrastraba constantemente al moverse.
En la siguiente actuación, que tuvo lugar en Bell-lloc d´Urgell, había dos perros encadenados a un punto fijo, siendo la longitud de la atadura inferior a 3 metros, además no eran abastecidos de agua potable de forma permanente. En otra ubicación también de Bell-lloc d'Urgell, se hallaron cuatro perros sin estar inscritos en el Censo municipal y sin estar identificados debidamente mediante microchip, siendo su uso obligatorio y un requisito determinante en caso de robo, extravío o abandono.
Por último, en el término municipal de Artesa de Segre, tres perras de caza de aspecto desnutridas vivían en habitáculos improvisados cuyas condiciones eran incompatibles con el bienestar animal; dos de ellas compartían alojamiento entre sus propios excrementos y orines.