SUCESOS
El detenido por el crimen de Vilanova de la Barca es un yihadista que planeó un atentado
La policía redujo al presunto asesino del payés leridano y de otros dos navarros con una pistola taser
Condenado a tres años de prisión por enaltecimiento terrorista e intentar entrar en Siria para alistarse en el Estado Islámico

Momento de la detención el martes en Beziers, en Francia, de Allal El Mourabit Ahammar. - M.E./P.N./G.C.
El detenido por el asesinato de Ramon Rossell, un payés de Vilanova de la Barca fallecido en enero del 2024, y de otros dos agricultores de Navarra es un yihadista que planeó atentar con un camión, según las estimaciones de la policía, que tuvo que dispararle con una pistola táser para reducirle y detenerle el martes, como avanzó SEGRE.
Allal El Mourabit Ahmmar. Este es el nombre del presunto autor del asesinato de Ramon Rossell, un payés de 84 años de Vilanova de la Barca que murió el 5 de enero del año pasado tras ser brutalmente agredido con sus tijeras de podar cuando estaba trabajando en su finca, y de otros dos payeses en Navarra a finales de 2023. El supuesto asesino en serie fue detenido el martes en Beziers, en Francia, como avanzó SEGRE ayer.

Se trata de un hombre de 54 años de nacionalidad española y origen marroquí que había sido condenado por yihadismo y que unas semanas antes del primer crimen –el 23 de noviembre en Tudela, en Navarra– se arrancó una pulsera de control telemática –residía en Vitoria y su familia denunció la desaparición– cuando cumplía condena por delitos relacionados con el terrorismo yihadista. De hecho, se sospecha que habría planeado un atentado como el de Niza en Pamplona en los Sanfermines de 2019.
Con su arresto se culmina una laboriosa investigación llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra del Área de Investigación Criminal de Ponent (AIC), la Policía Nacional y la Guardia Civil, que crearon un Equipo Conjunto de Investigación (ECI), facilitando el intercambio de información relevante entre los tres cuerpos. La satisfacción era evidente ayer entre los investigadores tras meses de trabajo y trascender el arresto. De hecho, hacía meses que habían conseguido identificarle pero faltaba que fuera localizado después de que la tarde del 5 de enero del año pasado huyera a Francia, cruzando la frontera por Andorra, con el Opel Astra que había robado al vecino de Vilanova de la Barca.
La minuciosa labor criminalística llevada en los distintos escenarios donde se produjeron los asesinatos permitió obtener un perfil genético –ADN– que estaba presente en todos ellos y, por tanto, relacionar los tres homicidios con un mismo hombre, hasta entonces desconocido para los investigadores. Finalmente, pudieron identificarle y obtener su imagen. El siguiente paso fue que el juzgado instructor emitiera una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) ante la alta probabilidad de que pudiera haberse escondido en Francia. Paralelamente, se solicitó colaboración urgente –dada su peligrosidad– de la policía francesa para que lo localizara y lo detuviera.
La policía municipal de Beziers lo habría visto en la localidad, de unos 70.000 habitantes al norte de Narbona y en la región de Occitania, y se habría establecido una vigilancia discreta, que finalizó el martes con la detención, como avanzó SEGRE ayer.
Dos policías resultaron heridos –uno tuvo que utilizar una pistola eléctrica–. Ayer también si hicieron públicas las imágenes y un vídeo del arresto. La investigación se mantiene bajo secreto de sumario y es dirigida por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tudela (Navarra) –al cometerse el primer crimen allí– y el juzgado de Instrucción número 3 de Lleida. Ahora falta por conocer cuándo será extraditado y si pasa a disposición en Navarra o en Ponent.
Víctimas mayores
Cabe recordar que el primer crimen se produjo el 23 de noviembre de 2023 en Tudela, en Navarra. Pedro Oyón, un payés de 68 años, fue hallado muerto en un olivar con numerosas cuchilladas en su cuerpo. Estaba jubilado. Menos de un mes después, el 21 de diciembre de 2023, José Luis Aguado, de 80 años y payés de Ribaforada (Navarra), era encontrado sin vida en su huerto. Le robaron el coche, un Opel Astra de color rojo. Diez días después, el 31 de diciembre, la Guardia Urbana de Lleida localizó este vehículo en la partida de Grenyana, como avanzó SEGRE. De hecho, este hallazgo fue clave para poder vincular, a posteriori, los dos casos de Navarra con el de Lleida.
Cinco días después –en plena vigilia de Reyes y en un día lluvioso– se cometió el asesinato en Vilanova de la Barca. El homicida también robó el coche a la víctima, otro Opel Astra. El supuesto asesino huyó a Francia tras pasar por Andorra, que cruzó en unos 56 minutos. De hecho, las cámaras lo sitúan sobre las 12.59 horas en la frontera de la aduana de La Farga de Moles y sobre las 13.55 horas en la frontera de Pas de la Casa, cuando todavía no se había descubierto la agresión. Los Mossos no fueron alertados hasta las 14.00 horas. En Ponts se había saltado un control.
El modus operandi del asesino siempre era el mismo: atacaba de manera muy violenta a las víctimas en huertos y campos y, en los dos últimos casos, todo apunta que era para robarles el coche. Investigadores de los Mossos insistieron en vincular los tres crímenes. Todos ellos revestían características similares y respondían a un mismo patrón. El sospechoso, parecía moverse a pie por entornos rurales y dormía a la intemperie o en lugares abandonados y no dudó en dar muerte a sus víctimas con un arma tipo machete o similar – tijeras de podar en Ponent–. Un año y casi tres meses después se ha conseguido resolver uno de los casos más atroces de la reciente crónica negra.