Trump justifica los aranceles con un estudio de un economista de Lleida que en realidad dice lo contrario: “va a ser terrible”
EEUU justifica su guerra comercial global con un estudio de un profesor de Clariana que en realidad considera nocivos los aranceles. “A escala global va a ser terrible”, dice Pau S. Pujolàs

Pau S. Pujolas, natural de Clariana de Cardener, es profesor de economía en Ontario (Canadá).
“El conflicto arancelario es un drama. No deberíamos tenerlo. Todo el mundo debería aplicar aranceles cero para vivir en un planeta sin burocracias que se dediquen a poner barreras a la circulación de bienes. Pero, desgraciadamente, estamos yendo en la dirección contraria”, explica Pau S Pujolàs, economista de la Universidad Mc Master de Ontario (Canadá), natural de Clariana de Cardener y cuya familia reside en Solsona.
Pujolàs, formado en la Pompeu Fabra y la Autónoma de Barcelona y que pasó por la Universidad de Minnesota y la Reserva Federal de Minneapolis, una de las doce que integran la estatal, vive una paradójica situación estos días: el paper (artículo científico) Guerras comerciales con déficits comerciales, escrito por él y por Jack Rossbach, de Greorgetown, ha resultado ser uno de los cinco elegidos por la Administración Trump para dar respaldo argumental a sus andanadas arancelarias, aunque, en realidad, lo que hace ese trabajo es advertir de las consecuencias nocivas de las pugnas aduaneras.
“Lo que nosotros mostramos es que cuando hay un déficit comercial se puede dar la situación de que, si es suficientemente grande, uno de los dos países salga ganando a pesar de que en el agregado se acaba perdiendo”, explica.
La investigación, de tipo cuantitativo y basada en “un ejercicio computacional enorme capaz de replicar cómo funciona el mundo, qué países comprán qué productos de quién, y cómo operan las cadenas de suministro”, concluye que la imposición de aranceles puede llegar a beneficiar a un país concreto pero sus efectos secundarios siempre serán negativos para el conjunto de la economía, en este caso la global. “Siempre hemos pensado que una guerra comercial acaba dando lugar a pérdidas monumentales, tanto a quien pone los aranceles como quien pone los recíprocos”, añade.
Sin embargo, eso no es precisamente lo que acabaron entendiendo los responsables de las políticas comerciales y económicas de EEUU. O quizás sí en una segunda lectura vista la cadena de arreones y parones consecutivos de los últimos días. “El libre comercio beneficia a ambos países en comparación con una guerra comercial. Sin embargo, en relación con los aranceles existentes, Estados Unidos se beneficia de una guerra comercial con China, un resultado que depende de su desequilibrio comercial bilateral”, indica el resumen del paper.
“Pensábamos que el artículo se utilizaría para pensar un poco más en profundidad sobre los déficit bilaterales entre países, que puede dar lugar a algo negativo como una guerra comercial, pero en lugar de eso ha dado lugar a la guerra comercial más grande de casi los últimos cien años”, anota el profesor.
Pau S. Pujolàs, como la mayoría de los economistas y analistas de la esfera mundial, pronostica graves daños para la economía. A escala global, señala, la política arancelaria de EEUU “va a ser terrible, va a conseguir una pérdida de empleo y una recesión global”.
Sus previsiones apuntan a que impactos generalizados en la actividad y el empleo, a escala global y local. “España solo comercia el 1% de su PIB con EEUU -explica-, pero la recesion global va a afectar a la UE y a todos los países. Las consecuencias exactas están por ver, pero van a ser malas para Catalunya y para Lleida también. No soy particularmente optimista”.