TRAGEDIA
“Iba con el tractor, venía el incendio muy rápido y no podía correr más”
Dos agricultores de Guardiola y Ribelles explican que nunca antes habían visto un fuego como este. Reclaman poder quemar “malas hierbas que son pólvora”

Josep Sangrà junto a su hija, ayer en Ribelles mostrando lo que arrasó el incendio de Sanaüja. - LAIA PEDRÓS
Los agricultores aún están sorprendidos por la intensidad del fuego de Torrefeta i Florejacs que en un momento concreto de la tarde del pasado lunes coincidió con la reavivación del incendio de Sanaüja, también muy intenso por el fuerte viento. Todos coinciden que nunca antes habían visto unos fuegos como estos.
Francesc Vila, vecino de Guardiola (Vilanova de l’Aguda), de 77 años, revelaba que “pensaba que moriría quemado, volvía al pueblo por la carretera con el tractor y tenía el fuego detrás avanzando a gran velocidad mientras que yo no podía correr más”. Explicó que “vi como los corzos también corrían por delante del fuego e iban muriendo por las llamas, no había visto nunca un fuego como este, se descontroló cuando el viento se giró”.
Este vecino de Guardiola comentó que “cuando recibimos el aviso de confinamiento ya estábamos en casa porque no se podía respirar del humo que había, si hubiésemos esperado el mensaje, no hubiésemos podido llegar”. Vila reclamó poder hacer quemas en los márgenes de las fincas porque “estas malas hierbas secas son pólvora”. Este agricultor de Guardiola pidió a la administración que “nos deje hacer lo que ya sabemos hacer y que no nos ponga trabas”. Este vecino de Guardiola destacó que “la pérdida más importante de este incendio ha sido la de dos personas en Coscó”.
Por su parte, Josep Sangrà, agricultor de Ribelles (Vilanova de l’Aguda), se vio afectado por la reavivación del fuego de Sanaüja por el viento, que le calcinó un pajar con medio millar de balas, maquina agrícola y buena parte del sistema de riego. “En cuestión de unos 15 minutos el fuego avanzó unos 4 kilómetros en línea recta calcinando todo lo que encontraba”, explicó junto a su hija Ester. Sangrà también insistió en la importancia de “poder limpiar los márgenes para que hagan de cortafuegos”. En este sentido, comentó que “en estas fincas abrimos el riego y a pesar de estar regando, lo quemó todo, únicamente se han salvado las granjas por casualidad, el fuego era imparable”. Sangrà espera que el conseller Ordeig cumpla con la promesa hecha en Guissona de otorgar el 10% de las ayudas para complementar el seguro.