INSTITUCIONES
El Govern prepara ayudas y una nueva gestión forestal contra los incendios
Los alcaldes del fuego de Torrefeta piden gestionar también las emergencias

El president Illa y los consellers Parlon y Ordeig ayer con los alcaldes y otras autoridades de Lleida. - CARMINA MARSIÑACH
La Generalitat podría aprobar hoy un primer paquete de ayudas para los damnificados por los incendios del pasado día 1 de julio originados en Torrefeta y Florejacs, que quemaron 5.600 hectáreas y causaron la muerte de dos personas. Una decena de alcaldes de municipios afectados se reunieron ayer con el President Illa en Barcelona.
La Generalitat prepara un paquete de ayudas para los damnificados por el incendio de Torrefeta el pasado 1 de julio, que quemó unas 5.600 hectáreas y causó la muerte de dos personas. Así lo anunciaron ayer los alcaldes de los municipios afectados tras reunirse con el President, Salvador Illa, y los consellers Òscar Ordeig (Agricultura) y Núria Parlon (Interior) a quienes trasladaron las 21 peticiones consensuadas tras dos semanas de debate a raíz del macroincendio.
Los alcaldes afirmaron que Illa concidió en que es necesario un cambio de mentalidad para extender el modelo de mosaico agroforestal por todo el territorio como medida preventiva. Esta era una de sus reivindicacions, junto a otras como colocar hidrantes en las masías, acceder al agua del Segarra-Garrigues o gestionar márgenes y accesos rurales. También pidieron relajar restricciones actuales de los agricultores y más coordinación entre los cuerpos que participan en las emergencias.
Los alcaldes de la Segarra, el Urgell y la Noguera acudieron junto a los presidentes comarcales y el de la Diputación, Joan Talarn, y confiaron en que una parte de las ayudas se apruebe hoy en el Consell Executiu. El presidente de la Segarra, Ramon Augé, dijo que aún se están valorando los daños del incendio. Añadió que “el cambio de mentalidad” sobre el modelo de país comporta “cambiar la gestión forestasl y agrícola”.
Los ediles pidieron al Govern que se escuche al territorio y pueda participar en las gestiones de las emergencias. Augé reivindico también cartografiar los recursos hídricos y las masías aisladas.
La alcaldesa de Agramunt, Sílvia Fernández, aseguró que el Govern mostró una diposición “muy positiva” en la reunión. Mientras, la alcaldesa de Sanaüja, Maria Casoliva vio necesario en primer término que “pongan dinero sobre la mesa, ayudas para llegar allí donde no lo hacen los seguros”.
Una docena de alcaldes, además de los tres consells, habían presentado el paquete de peticiones la semana pasada en la Diputación. Ayer excusaron su ausencia en la reunión Guissona, Torrefeta y Ponts.
Fuego y agua se ceban en municipios de la Noguera y el Urgell
Los vecinos de Vilanova de l’Aguda y Cabanabona no se habían recuperado aún de los daños provocados por el incendio de Torrefeta i Florejcas cuando también se vieron afectados por el temporal del sábado. “Era estremecedor ver la fuerza con que bajaba el agua por los campos”, explica Francesc Vila, payés de Guardiola, de Vilanova de l’Aguda y de 77 años de edad. En cuestión de días asegura que han vivido un incendio y unos aguaceros excepcionales: “No había visto nada así en toda mi vida”.
Algunas de sus tierras que aún estaban por cosechar, quedaron calcinadas por las llamas y ahora, arrolladas por el agua que bajó con mucha fuerza al estar todo el terreno calcinado. “En todas las fincas el agua ha destruido los márgenes y ha dejado agujeros”, dijo, y explicó que deberán repararlo con una retroexcavadora: “con el tractor, perderíamos el tiempo”.
Según los payeses, desde Agroseguro se comprometieron a empezar los peritajes por el incendio esta semana, después de denunciarlo la semana pasada en los ayuntamientos. “Este año, no nos va a compensar”, lamenta Vila, ya que tan solo tenían asegurados 5.000 kg por hectárea y este año hubieran recogido 6.000. Confían en que las lluvias del sábado no entorpezcan los peritajes, ya que se llevaron las espigas que quedaron en los terrenos. La alcaldesa de Vilanova de l’Aguda, Carla Mascó, asegura que la lluvia también ha provocado desperfectos en algunos pavimentos, caminos y sobre todo márgenes de los campos. “Hay mucho trabajo que hacer”, asegura. El fuego y el agua se cebaron también en localidades como Agramunt.
Más coordinación y que “nos dejen apagar el fuego en invierno”
La alcaldesa de Sanaüja, Maria Casoliva, reivindicó que “desde el territorio, nos dejen gestionar el territorio. Si los incendios se apagan en invierno, que nos dejen hacerlo”. En este sentido, opinó que durante muchos años se ha hecho “mucha política verde” pero aseguró que no se puede “implementar una zona zepa y que no haya dinero para gestionarla. No sirve de nada, al contrario, es un polvorín”. Su homóloga en Agramunt, Sílvia Fernández, pidió “mejorar la coordinación entre los diferentes cuerpos (de emergencias) y los agentes del territorio”, y citó a alcaldes y agricultores.