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Denuncian condiciones infrahumanas y abusos laborales a temporeros en una empresa agrícola de Torrelameu

Según Fruita amb Justícia Social, los trabajadores malvivían en un almacén agrícola sin camas ni cocina y cobraban por debajo del convenio

Almacén agrícola de Torrelameu donde vivían los temporeros

Almacén agrícola de Torrelameu donde vivían los temporerosCedida por Fruita amb Justícia Social 

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Fruita amb Justícia Social denunció el año pasado a una empresa agraria de Torrelameu por alojar a más de una decena de temporeros en "condiciones infrahumanas" y abusar laboralmente de ellos. Según ha hecho público la organización en un comunicado, los trabajadores cobraban por debajo del convenio establecido y vivían en un almacén de la empresa "lleno de maquinaria, sin habitaciones, cocina ni condiciones mínimas de habitabilidad." Además, por este alojamiento la empresa les deducía dinero de la nómina en concepto de vivienda. Fruita amb Justícia Social interpuso la denuncia al final de la campaña, ya que los trabajadores pidieron no hacerlo antes por miedo a represalias, e Inspección de Trabajo abrió un expediente sancionador a la empresa.

Durante la campaña de la fruta del verano pasado, una empresa agraria de Torrelameu obligó a más de una decena de trabajadores a vivir en un almacén lleno de maquinaria, sin habitaciones, cocina ni condiciones mínimas de habitabilidad.

Fruita amb Justícia Social tuvo conocimiento de este caso a través de su Punto de asesoramiento sociolaboral y atención contra las discriminaciones racistas a las personas temporeras. Representantes de la organización constataron in situ que "el recinto presentaba un estado general de dejadez, con suciedad acumulada, malos olores y temperaturas muy elevadas".

Los trabajadores también explicaron a los miembros de la entidad que los responsables de la empresa los pagaban por debajo del precio que marca el convenio, los trataban con desprecio, los llamaban a menudo y mantenían una actitud intimidatoria de manera constante. Y denunciaban que, lejos de garantizar alojamientos dignos, la empresa deducía dinero de la nómina en concepto de vivienda, "convirtiendo una situación de precariedad extrema en una fuente de lucro empresarial".

Delante de eso, Fruita amb Justícia Social denunció los hechos e Inspección de Trabajo, después de comprobar la situación sobre el terreno, abrió un expediente sancionador contra la empresa. La organización está a la espera de conocer el alcance concreto de la sanción.

Fruita amb Justícia Social denuncia que no se trata de un "caso aislado", sino que los hechos de Torrelameu son "una expresión más del modelo agroalimentario actual, que se basa en la sobreexplotación de mano de obra migrante y racializada, en muchos casos sin arraigo ni recursos para denunciar los abusos".

La organización también critica que esperaron hasta finales de campaña para poder formalizar la denuncia, ya que en el momento de conocer los hechos, los trabajadores, "por miedo a represalias", no querían ser ellos quienes denunciaran la situación ni que se iniciara ninguna acción sin su consentimiento.

Por todo ello, exigen "acciones inmediatas para garantizar alojamientos dignos, inspecciones laborales sistemáticas y una política valiente contra el racismo estructural que persiste en el campo". Este caso forma parte del informe sobre la campaña agraria del año pasado que la organización presentará este próximo jueves, 24 de julio.

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