MONTAÑA
El Pirineo de Lleida puede ganar 5 ‘tresmiles’ a partir de nuevas mediciones
Un equipo de topógrafos de Aran desarrolla un proyecto para actualizar las altitudes de las cimas y se podría pasar de las 13 actuales a 18

El llac Besiberri, al Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Sostremetries, un equipo de topógrafos aficionado a la montaña con sede en Aran, está desarrollando un proyecto que lleva camino de ampliar de 13 a 18 en número de tresmiles, es decir, de picos cuya altitud sobre el nivel del mar en Alacant supera los 3.000 metros, según informó La Vanguardia.
Ahora son veinte: quince principales, con la Pica d’Estats (3.143), el Verdaguer (3.129), el Gabarró (3.110), el Sotllo (3.072) y el Besiberri Sud (3.030) como los más altos, y cinco secundarios ubicados junto a algunas de las cimas anteriores. Sostremetries prevé revisar en los próximos meses la catalogación de tres agujas situadas entre el Besiberri Sud y el Comaloforno, en el Parc d’Aigüestortes, y dos del entorno de la Pica d’Estats. Estos últimos ya han sido medidos, aunque el resultado preliminar está pendiente de contraste.
Los trabajos incluyen, además de la estimación de la altitud con tecnología láser de alta precisión, el estudio de la morfología, ya que la catalogación como tresmil requiere que entre la cumbre y el primer collado haya un desnivel de al menos diez metros.
Los topógrafos tienen previsto someter a examen en tres semanas la catalogación del Culebras (3.062) en Montanuy. Su plan incluye chequear 85 picos en el Pirineo con prominencias de entre ocho y doce metros, la mayoría de ellos concentrados en la Maladeta (36), el Perdiguero (12) y Monte Perdido (5).
Según sus cálculos preliminares, la actual lista de 216 tresmiles pirenaicos podría verse alterada con la entrada de 31 y la salida de 16.
Aumenta la afluencia a los refugios de montaña
Los refugios de montaña catalanes han registrado este verano un aumento de los visitantes que pasan el día en el enclave sin quedarse a dormir, una dinámica que ha crecido tras la pandemia, según explican los guardas de montaña, aunque las reservas para pasar la noche se han mantenido o aumentado ligeramente. “Ahora hay más turistas que vienen a pasear y a pasar el día. El cliente no es tan montañero, es más comercial y va menos equipado”, coinciden Marc y Gina, encargados del refugio de Mallfaré, cerca del lago de Sant Maurici. En su caso, este cambio en el perfil del turista no ha repercutido en menos pernoctaciones, ya que su refugio es punto de paso de la famosa travesía Carros de Foc, lo que ha provocado que la gran mayoría de días hayan tenido una gran ocupación. En Estanys de la Pera, en Lles (Cerdanya), la sobreexplotación de la zona llevó al consistorio a limitar el uso de las pistas forestales en verano. Según la guarda Genni Archetti, esto ha hecho que las familias sean el público más habitual.
Un escalador se queda colgado a mitad de la presa de Cavallers
Los Bomberos de la Generalitat rescataron ayer a dos montañeros en l’Alta Ribagorça. Cerca de las dos del mediodía, recibieron el aviso de un escalador que se había quedado colgado a mitad de la presa de Cavallers, en la Vall de Boí, cuando estaba escalando la vía conocida como El pistacho asesino. Desde un helicóptero, varios bomberos se acercaron haciendo rápel y le ayudaron a bajar. Por la tarde, una unidad evacuó a un centro sanitario a un montañero que se había lesionado en una pierna cuando estaba recorriendo en compañía de otros tres la travesía del Besiberri.