INICIATIVAS
Polémica en el Pallars Jussà por un festival gastronómico
Entidades alimentarias acusan a Tremp de dejar morir Cordevi tras 7 años. La capital les pide implicarse en la promoción

Imagen de archivo del Vianda de La Pobla en el marco del Cordevi. - A. POBLA DE SEGUR
El festival gastronómico Cordevi ha abierto un agrio debate en el Pallars Jussà. Mientras el ayuntamiento de Tremp asegura que el proyecto sigue vivo a través de la promoción del producto agroalimentario del territorio mediante las ferias y actividades que se celebran en otoño en distintos municipios de la comarca, entidades agroalimentarias locales han criticado lo que consideran la desaparición del festival tal y como se conocía hasta ahora.
El Cordevi nació para poner en valor los productos agroalimentarios de la comarca y ofrecer experiencias de la mano de productores, restauradores y elaboradores locales. A lo largo de siete ediciones, ha combinado gastronomía, cultura y turismo con degustaciones, música, espectáculos y talleres en distintos municipios. Sin embargo, este año el certamen no se hará bajo un programa unificado ni con la colaboración público-privada entre las asociaciones de Productores de Aceite, Aprovi, Apat Pallars Jussà, algunos ayuntamientos y Tremp. Las entidades aseguran que precisamente Tremp ha dejado de financiar parte de las actividades y de hacer una promoción conjunta. La alcaldesa de Tremp, Sílvia Romero, remarcó en cambio la necesidad de que sean los ayuntamientos de la comarca los que financien las actividades de promoción que se lleven a cabo en sus pueblos. Recordó que se sigue apostando por la promoción del producto del territorio y “bajo este paraguas se siguen celebrando actos como la Vianda, el Sopar de l’Oli de La Pobla o la propia Fira del Codony”. En cuanto a la financiación, señaló que en los dos últimos años el ayuntamiento de Tremp había destinado una subvención de Cultura de 18.000 euros, “pero era necesario justificar hasta 40.000, algo insostenible”.
En cambio, las asociaciones sostienen que la falta de un programa conjunto implica la desaparición del festival. Lamentan que el Jussà pierda un escaparate clave para su promoción agroalimentaria pero confían en que esta pausa sirva para replantear el modelo y relanzar el proyecto.