La Generalitat compensará pérdidas en las fincas inundadas por el Cinca

El departamento de Acción Climática se hará cargo de compensar las pérdidas que sufran las fincas inundadas por las aguas del río Cinca en tre Massalcoreig y La Granja d’Escarp. Así lo afirmó ayer el secretario de Alimentación de la Generalitat, Carmel Mòdol, durante una visita a la zona afectada. Puntualizó que el Govern asumirá esta responsabilidad “pese a no tener esta obligación” y que incluirán las ayudas a los damnificados en un paquete de subvenciones ya habilitado en el marco de la sequía.

Asimismo, Mòdol instó a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a llevar a cabo tareas de mantenimiento que este organismo estatal tiene pendientes en el cauce del Cinca para reducir el riesgo de nuevas inundaciones en el futuro. Uno de los agricultores afectados, Ramon Agustí, explicó que es pronto para hacer balance de los daños, pero da por hecho que morirán algunos de los árboles frutales que han quedado anegados. Otro de los afectados, Sebastià Agustí, apuntó que “el problema es que se pudran las raíces de los árboles y que tendremos que aplicar tratamientos contra los hongos”. “A ver qué pasará”, concluyó.Por otra parte, el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, visitó ayer a regantes del Canal d’Urgell en Bell-lloc y Els Alamús para conocer la situación de la campaña de riego. Constató la mejora de las reservas respecto al año pasado y afirmó que “seguiremos junto a los agricultores, escuchándolos y resolviendo sus preocupaciones”.

Las reservas del Segre mejoran pero sigue en alerta

Las reservas del río Segre siguen mejorando tras las últimas lluvias si bien la Confederación Hidrográfica del Ebro lo mantiene en alerta porque los índices de sequía todavía son elevados. El Noguera Pallaresa y el Ribagorçana están en prealerta por escasez, según señala el informe de Indicadores de Sequía del mes de marzo que este vernes hizo público la CHE. La cuenca del Segre acumulaba el pasado mes de enero un total de 21 meses en situación de emergencia en el apartado de la escasez, que es la “falta de capacidad coyuntural de atender las demandas” de los usuarios que dependen de sus reservas y aportaciones para cubrirlas. Las lluvias de febrero permitieron que pasara a alerta y las de marzo confirman la mejoría. El sistema del Ésera se encuentra en situación de normalidad. “El abastecimiento a la población puede considerarse con carácter general garantizado, aunque sigue siendo recomendable adoptar medidas de concienciación y ahorro, especialmente en las zonas en alerta y emergencia”, advierte el organismo de cuenca, que recuerda también cómo, a pesar de “la mejoría de la situación”, “son previsibles impactos en los volúmenes disponibles para el suministro del regadío en la parte sur y oriental de la cuenca”, concluye.