El radar en un tramo de la A-2 en Lleida quedó destrozado y no se puede reparar

El radar por tramo de la A-2 entre Vilagrassa y Tàrrega ha quedado destrozado y no se puede reparar después de que el pasado 7 de enero quedara inutilizado tras el accidente que hubo cuando un tráiler se empotró contra el arco metálico donde estaban instaladas las cámaras. Desde el Servei Català de Trànsit explicaron a este periódico que se evaluaron los daños y certificaron que era irreparable. También añadieron que iniciaban el proyecto para instalar uno nuevo pero que todavía está en una fase inicial y que desconocían si sería en el mismo tramo concreto o se modificaría. De esta forma, el radar ha quedado inutilizado ‘sine die’.

Además, cabe recordar que la reposición de la estructura metálica corresponde a la empresa de mantenimiento de la vía, que es de titularidad del ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. En este sentido, tras el siniestro, el subdelegado del Gobierno, José Crespín, explicó que “la intención es reponerla cuanto antes pero no será en un período breve porque no es un elemento pequeño”. En este sentido, también añadió que “se abrirá la reclamación contra la compañía de seguros del camionero para que haga frente al valor de los daños causados”. 

El accidente se produjo a las 18.51 horas del domingo 7 de enero, en plena operación retorno de las vacaciones de Navidad, lo que provocó retenciones kilométricas. Ocurrió cuando un tráiler que circulaba en dirección a Barcelona se salió de la vía y siguió por la mediana hasta impactar contra la estructura en la que hay los paneles informativos y el radar de velocidad por tramo. El arco cedió y cayó sobre el asfalto. El conductor quedó atrapado. El radar funcionaba desde diciembre de 2017 y controla la velocidad media en un tramo de 5,1 kilómetros por cada sentido entre Tàrrega y Vilagrassa. Llegó a multar a medio centenar de vehículos cada día.