Los gastos energéticos lastran al sector agrario

Los agricultores y ganaderos leridanos se encuentran aprisionados por no poder repercutir los costes de producción, cada día más al alza, en lo que producen, lo que puede provocar el cierre de explotaciones o que salga más barato comprar alimentos a terceros países. Solo teniendo en cuenta la evolución de los precios energéticos en el campo, esta afecta gravemente a la economía de las explotaciones. Así lo revela Asaja Lleida, que presentó ayer un informe que muestra que hasta marzo de este año el precio de la electricidad, a 0,2833 euros el kilovatio hora (kWh), lo que representa siete veces lo que se pagaba en 2020.El gasoil, el imput más importante en las explotaciones agrarias, ha doblado su precio en los últimos 15 meses.

“Un tractor que esté trabajando diariamente un mínimo de 8 horas en plena campaña de la fruta puede estar gastando combustible por valor de 250 euros fácilmente”, explicó Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida.Lamentó que los diferentes sectores productivos no están siendo compensados como se debería para paliar los altos costes energéticos, que en el agrario son el doble de lo que se portaba hace un año. “Si esto continúa nos encontraremos con un año en que será más caro producir que traer productos de terceros países –alertó– como es el caso Marruecos, cuyos productos no tienen los costes añadidos ni laborales que los leridanos”.Roqué detalló que hoy en día el productor está cobrando en torno a los 30 céntimos de euros por un kilo de manzanas, por lo que se llegan a perder hasta 15 céntimos de euro por cada kilo de fruta producido.Para Asaja, si persiste la guerra en Ucrania, el alza de los piensos hará más inasumible poder trabajar en condiciones. “Además, en septiembre, la subida de los tipos de interés por parte del BCE pondrá la situación más complicada incrementando la deuda de las explotaciones”, alertó Roqué, por lo que hizo un llamamiento a que las administraciones creen planes para ayudar con eficacia al campo.