La pensión media de las jubiladas leridanas son 440€ al mes inferiores

La brecha salarial que se da entre hombres y mujeres se reproduce cuando se alcanza la edad de jubilación, con importantes diferencias entre las pensiones contributivas que cobran unas y la que ingresas los otros. De media, a nivel estatal, esta diferencia alcanza el 30% y en la provincia de Lleida se sitúa, según los últimos datos disponibles por género, en los 440 euros al mes. La prestación de jubilación media entre los leridanos, según datos oficiales de la Seguridad Social, alcanza los 1.545 euros, mientras que en el caso de las mujeres se limita a 1.105. Las diferencias, sin embargo, difieren mucho en función del régimen de cotización. En el caso de los autónomos, la distancia entre sexos es de 221,6 euros, pero hay que tener en cuenta que también es el régimen que cuenta con las pensiones más bajas. Entre los leridanos, el promedio les sitúa en poco más que mileuristas (rondando los 1.060 euros), mientras que las leridanas se quedan muy lejos (en los 839 euros). En el lado contrario se sitúa los incluidos en el régimen general, en el que se encuadran los asalariados, donde la distancia entre las prestaciones de ellos y ellas roza los 664 euros. Mientras que una jubilada tiene unos ingresos medios de la Seguridad Social de 1.274,74 euros, en el caso de los jubilados de las comarcas de Lleida, llegan a 1.838,72 euros.

La especialista en temas de Derecho del Trabajo y Seguridad Social y brecha de género Cristina Aragón advierte que “va a costar mucho acabar con estas diferencias, entre otras razones porque es multicausa y no basta una política para abordarla”. Por una parte, las mujeres hacen de media menos horas de trabajo fuera del hogar por las reducciones de jornadas, dado que son ellas las que se hacen cargo del cuidados de familiares, sean niños o personas mayores. Es la razón, además, que limita sus posibilidades de hacer horas extraordinarias.

En unas jornadas celebradas en Madrid esta semana, Cristina Aragón añade que “la propia brecha salarial se retroalimenta. Si en una pareja uno tiene que dejar de trabajar, lo hará el que menos cobra, que es la mujer” debido a que son las más afectadas por la parcialidad y la precariedad laboral, al ocupar puestos menos cualificados. Por otro lado, “influye en los salarios la discriminación en sí misma. Se niega, pero las estadísticas son evidentes” afirmó.