La Paeria ha atendido este verano a 896 temporeros, un 42% más

El ayuntamiento de Lleida dio ayer por cerrado el proyecto de acogida a temporeros para la campaña de la fruta, que este año ha registrado una afluencia mucho mayor que el anterior, con un incremento del 42% en el número de personas atendidas. Así, desde su puesta en marcha el pasado 12 junio, han pasado por la oficina de atención del antiguo convento de Santa Clara un total de 896 personas (12,6 al día), 266 más que el año pasado cuando fueron 630. Esta situación se ha dejado notar en la saturación del servicio de alojamiento previsto en el hostal Jericó, que habitualmente funciona como albergue para transeúntes, pese a que se amplió su número de plazas disponible de 80 a 136 por noche. Por ello, han sido habituales las escenas de temporeros durmiendo en la calle en algunos puntos del Centro Histórico, con hasta 70 personas a la intemperie.

El ayuntamiento ha prestado un total de 4.559 pernoctaciones a 736 personas (6 días por persona), aunque en los últimos días, como publicó SEGRE, la afluencia había bajado. De estas, 500 no tenían ni trabajo ni medios económicos. El perfil de los usuarios es el de un hombre de 26 a 46 años, proveniente mayoritariamente del África subsahariana y del Magreb. Respecto al año pasado, las personas llegadas son más jóvenes, ya que entonces el rango de edad mayoritario fue de 36 a 45 años.

La gran demanda de alojamiento ha superado el espacio disponible y ha habido personas en la calle

Además del alojamiento, también se facilitan servicios de alimentación (3.941 cenas y 542 bolsas de comida) y otros como duchas (2.052). El ayuntamiento remarcó que seguirá prestando servicios de atención a las personas, incluido el alojamiento, según la valoración de los servicios sociales. La campaña de atención a temporeros se lleva a cabo con la participación de 150 personas voluntarias y la colaboración de una docena de entidades. El teniente de alcalde Xavier Rodamilans destacó este trabajo en red y la capacidad de dar respuesta al aumento de demanda de alojamiento. Con todo, la Paeria impulsa junto a otras administraciones un plan para disponer el año que viene una red de albergues públicos que funcione de forma coordinada y sea suficiente para evitar que nadie duerma en la calle.